Frankenstein y el Monstruo Del Infierno - Terence Fisher

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Título original: Frankenstein and the Monster from Hell

Año: 1974

Duración: 99 min.

País: Reino Unido

Dirección: Terence Fisher

Guion: Anthony Hinds. Personajes: Mary Shelley

Música: James Bernard

Fotografía: Brian Probyn

Reparto: Peter Cushing, Shane Briant, David Prowse, Madeline Smith, John Stratton, Philip Voss, Patrick Troughton, Norman Mitchell, Charles Lloyd Pack, Clifford Mollison

Productora: Hammer Productions, Paramount Pictures

Victor Frankenstein, lejos de abandonar sus macabros experimentos para revivir la carne muerta, se oculta ahora en una institución mental bajo otra identidad para poder así continuar con ellos desde el secretismo. Pondrá el destino a su lado a un joven doctor con el que colaborar y juntos, con el extremo material con el que cuentan en la institución, dar forma a una nueva criatura... 

El maestro del horror gótico Terence Fisher dirige para la mítica productora Hammer la que sería la última de sus películas sobre las andanzas de los personajes creados en la novela de Mary Shelley en una obra que viste las galas de su habitual elegancia cinematográfica pero que poco nuevo aportaba al mito. 

Fisher, en esta ocasión, abandona la opulencia y riqueza a la que nos tenía acostumbrados en su puesta en escena, para acercarnos a unos escenarios más decadentes, habitados por unos seres míseros... de esta forma, y en esta ocasión sin apartar la mirada de la parte más sangrienta de la historia, nos acerca más a la esencia de las páginas firmadas por Shelley donde el drama era más latente de lo que se mostró en anteriores adaptaciones de las mismas. 

Sin embargo, y pese a los citados cambios, el esquema narrativo se calca de las previas entregas que tan bien le habían funcionado a la productora, dejando con ello una cierta decepción ante la falta de sorpresa en lo que era el capítulo final de una saga. 

Por supuesto, un factor a destacar y no olvidar es la magnífica labor de Peter Cushing en la encarnación del mítico doctor, un papel icónico que aquí recupera y matiza para terminar de dar forma a un rol que habitará para siempre en la cinéfila memoria. 

Pese a no ser una de las mejores películas de la Hammer ni representar un hito entre las adaptaciones de la obra "Frankenstein", esta aventura del doctor es un placentero viaje a la nostalgia y la elegancia del horror que marcó una época.