Un
asesinato se ha cometido en una reserva nativa americana. Una mujer ha sido
brutalmente violada y asesinada. Ante la nula represaría al agresor por parte
de las autoridades, el hijo de la víctima decide tomarse la justicia por su
mano y acabar con el asesino, un hombre ajeno a la reserva. “Road To Paloma”
nos contará cómo esta venganza sí será perseguida por las autoridades
federales, y cómo el joven se verá obligado a escapar a lomos de su moto por
interminables páramos y desiertos viviendo diversas aventuras y conociendo personajes
que pasarán a formar parte de su propia historia.
El
conocido actor Jason Momoa (Stargate Atlantis, Conan, Juego de Tronos) va más
allá de su labor interpretativa y no sólo protagoniza sino también dirige y
co-escribe esta road movie de dramático trasfondo.
Pese a
su trágica historia y la crítica subyacente hacia el tratamiento legal de las
injusticias cometidas fuera y dentro de las reservas de nativos americanos, no
estamos ante un melodrama lacrimógeno, ni ante un thriller de acción de
persecución de un fugitivo. Al contrario, nos encontramos ante una película
sosegada y sobria, tranquila y a ratos
incluso contemplativa.
“Road to Paloma” es un iniciático viaje de su
protagonista, en absoluto perseguido por la culpa, sino propia víctima de un sistema
injusto, un camino en el que a toda la velocidad que la motocicleta puede
proporcionar, cruzan su camino diversas personas, encuentros y desencuentros
con familiares, desconocidos, amores, amistades… algunas a rápidamente
desaparecer en el retrovisor, otras a transcurrir, rueda con rueda, junto a él
por la carretera, otras a permanecer en el recuerdo.
Diversas
son las virtudes de esta película, como su gran ambientación musical, o un buen
trabajo lleno de carisma por parte de todo su elenco de actores, pero sobre
todas ellas destaca de una muy llamativa manera el grandísimo trabajo de
fotografía firmado por Brian Andrew Mendoza. Los paisajes, los contraluces,
amaneceres y atardeceres de ensueño… todos los recursos de la naturaleza se
explotan al máximo para crear un lenguaje que nos dice más de los personajes y
sus sentimientos que las palabras mismas.
En su
contra juega un guión que no termina de profundizar ni en el drama, ni en la
denuncia, que no termina de desarrollar la profundidad de los lazos entre las
distintas piezas que conforman la historia y que deja la sensación de habernos
quedado un tanto en la superficie de todo.
Un
film de inesperada calidad y agradable visionado, pero que deja la sensación de
que, con poco más, podía haber sido una película grande, pero no lo consigue.
Interesante.
Enoch
Trailer: