Título original: Friday the 13th Part III Año: 1982 Duración: 95 min. País: Estados Unidos Dirección: Steve Miner Guion: Martin Kitrosser, Carol Watson (Personajes: Victor Miller, Ron Kurz) Música: Harry Manfredini Fotografía: Gerald Feil Reparto: Dana Kimmell, Paul Kratka, Tracie Savage, Jeffrey Rogers, Catherine Parks, Larry Zerner, David Katims, Rachel Howard, Richard Brooker Productora: Paramount Pictures Un grupo de jóvenes se reúne en el caserón de una de ellos, cercano a Cristal Lake. Haciendo caso omiso al pavor general por las matanzas acontecidas en la zona, se dispondrán a disfrutar de una veraniega escapada. Pero el mal acecha, Jason no tardará en sumar, entre ellos, nuevas víctimas a añadir a su larga lista... Steve Miner, aquel que dirigiera la segunda entrega de la saga, y posteriormente otros éxitos del género como "Warlock" o "House, una casa alucinante", firma esta tercera entrega, cambiando, no de temática, evidentemente, pero sí de tono, en relación a su predecesora.
Viernes 13, parte 3, es un producto realizado no tanto buscando el horror, sino el espectáculo, entretenimiento y diversión de la audiencia. Fue estrenada en 3D en su momento, y por ello encontraremos entre sus imágenes numerosos recursos para el lucimiento de este formato (factor que resulta más simpático que molesto visto desde nuestros tiempos). A ello se le suman innumerables guiños cómicos a lo largo de la cinta, que añade un notable y efectivo humor negro a la propuesta. El elenco de víctimas presentado en esta entrega realiza una labor interpretativa muy irregular, siendo algunos de sus integrantes aceptables y otros excesivamente caricaturescos. En cuanto a su narrativa, poco aporta más allá de la diversión, sin profundizar, como hicieron las anteriores, en la figura del villano, Jason, y sus trasfondos. Eso sí, de nuevo nos regala muertes creativas que harán las delicias de los amantes del slasher, y esconde el momento en el que, por primera vez, el asesino de masas se vestirá la icónica máscara ya parte del imaginario colectivo del horror. En conclusión, una entrega de la saga de simpático visionado, para no tomar muy enserio más allá de disfrutar de un buen rato de nostálgico y sangriento entretenimiento. Trailer:
Título original: Matriarch Año: 2018 Duración: 91 min. País: Reino Unido Dirección: Scott Vickers Guion: Scott Vickers Música: Philip Curran Fotografía: Paul Riley Reparto: Charlie Blackwood, Julie Hannan, Scott Vickers, Alan Cuthbert, Briony Monroe, Thoren Ferguson, Martin Murphy, Kris McDowall, Cameron Fulton Productora: New Light Films Limited Una embarazada y su marido sufren un accidente de tráfico en mitad de ninguna parte. Querrá la suerte que un granjero acuda en su auxilio y, mientras todo queda solucionado, les hospeda en su caserón aislado junto a su familia. Sin embargo una oscura amenaza les espera tras los muros del lugar... Scott Vickers dirige y escribe este film británico a medio camino entre el thriller y el terror, que partiendo de una premisa no muy original, pretenderá sorprendernos con sus (poco acertados) giros. El primer problema de "Matriarch" reside en la muy escasa calidad de las interpretaciones de su elenco protagonista, escasamente creíble. Ni los villanos resultan tan inquietantes como debieran, ni las víctimas consiguen que su dolor y lucha traspase la pantalla. No juega, sin duda, a su favor, el esbozo de unos personajes demasiado pobres, inverosímiles en sí mismos y tanto en sus interrelaciones como en las reacciones frente a los acontecimientos.
Técnicamente, el film resulta bastante básico, sin sacar gran partido a los lugares donde se desarrolla la acción, desaprovechando, tanto a nivel visual como formal, numerosas oportunidades que pudieran haber dado más empaque a la sensación de opresiva amenaza. Sumaremos a todas las debilidades citadas, un remate final del film, que por alguna extraña razón, decide introducir tintes sobrenaturales en la historia terminando de destrozar la poca (o ninguna) credibilidad que le quedaba. Sin duda una historia de estas características, que debe cimentar el horror que provoca en la verosimilitud de lo que presenta, y aquí hace aguas por los cuatro costados. Fallida, mucho. Trailer:
Título original: Tale of a Vampire Año: 1992 Duración: 93 min. País: Reino Unido Dirección: Shimako Sato Guion: Shimako Sato, Jane Corbett (Relato: Edgar Allan Poe) Música: Julian Joseph Fotografía: Zubin Mistry Reparto: Julian Sands, Suzanna Hamilton, Kenneth Cranham, Marian Diamond, Michael Kenton, Catherine Blake, Mark Kempner, Nik Myers, Kent Pritchard, Ian Rollison, David King Productora: Tsuburaya Eizo Alex es un joven solitario, sumido en las sombras y el silencio de una biblioteca donde investiga sus orígenes y la raíz de lo que él es, una criatura de la noche sedienta de sangre. El destino cruzará sus pasos con una mujer que le hará sentir vivo y reactivará el latido del amor que mucho tiempo atrás sintió y perdió...
Shimako Sato se inspira en las sombrías letras del maestro Edgar Allan Poe para dar vida a este vampiro triste y atormentado, un depredador pintado con decadente romanticismo... El film, pese a la historia de pasión por la vida y la muerte que trata de transmitirnos, se viste de interpretaciones frías, distantes, que dan vida a personajes sin aparente carisma ni pasión. Se pretende poner en pantalla fiera humanidad de los inmortales, y el resultado que se obtiene es, lamentablemente, radicalmente opuesto.
Su puesta en escena es igualmente insatisfactoria. Por una parte, chocará el modus operandi de la alimentación de este vampiro, muy visual por el baño escarlata que representa, pero sin sentido alguno, desperdiciando la sangre, que es la vida, por doquier. Por otro lado, se viste de una estética de contrastes nada efectiva, lugares decrépitos y míseros mezclados con otros de gótica nostalgia y trazos de pura estética de videoclip (la cama donde yace el vampiro, los lazos con los que su amada es envuelta.. etc). Pese a su gran base literaria y lo siempre atractivo de los vampiros, el film resulta fallido, lastrado tanto por todo lo citado, como por un ritmo y montaje que lleva al espectador al bostezo. Una oportunidad desaprovechada. Clip:
Título original: Be Here Now Año: 2015 Duración: 100 min. País: Estados Unidos Dirección: Lilibet Foster Fotografía: Phil Dow, Devris Hasan, Chris Herd, Anthony Jennings, Rakesh Nagar, Matt Porwoll, Adrian Reinhardt Productora: Silver Lining Entertainment "Be Here Now" es un documental que nos acerca a la figura de un hombre, Andy Whitfield, que tras triunfar como modelo, comenzó su escalada al mundo de la fama como actor y tocó techo con su rol principal en la serie "Spartacus". Sin embargo, el destino no jugaba a su favor, fue diagnosticado con un cáncer que, tras una dura guerra contra la enfermedad, sesgó su vida. Esta película es su viaje, su lucha, y la de los suyos, contra la desesperanza, su batalla por la vida... El documental viste su narrativa de emoción, pero no para ello utiliza sensiblería barata ni trata con su relato de manipular los sentimientos del espectador. Para ello se centra en lo familiar y personal del actor, dejando en segundo término lo profesional y lo que nos puede ser más conocido, para adentrarse en lo íntimo, y, sobre todo, lo humano, que hace de él, no una estrella lejana, sino alguien cercano.
El film homenajea la figura de Whitfield, pero no la idealiza, mostrándonos no sólo el brillo de su personal luz, sino también sus más oscuras sombras. Este viaje se asienta sobre la esperanza, la valentía y las ganas de vivir, y nos es relatado a través de un inteligente y agradable montaje, que muestra, sin flirtear con el morbo, el imparable descenso a la oscuridad, el silencio y la memoria. Con todo ello, estamos ante un más que notable trabajo, con un documental que deja tras su visionado un poso agridulce, al mostrarnos la tragedia pero también el valor del tiempo que queda, la necesidad de la lucha como latido de vida, y lo imperativo de dar valor a lo que aún se tiene, del estár AQUÍ, AHORA. Trailer:
Título original: Ready or Not Año: 2019 Duración: 95 min. País: Canadá Dirección: Tyler Gillett, Matt Bettinelli-Olpin Guion: Guy Busick, Ryan Murphy Música: Brian Tyler Fotografía: Brett Jutkiewicz Reparto: Samara Weaving, Andie MacDowell, Mark O'Brien, Adam Brody, Henry Czerny, Nicky Guadagni, Melanie Scrofano, Kristian Bruun, Elyse Levesque, John Ralston Productora: Coproducción Canadá-Estados Unidos; Vinson Films / Mythology Entertainment. Distribuida por Fox Searchlight Una joven contraerá matrimonio con el amor de su vida en la mansión familiar de él, entrando así a formar parte de su adinerada y excéntrica familia. Pero más allá de la ceremonia, deberá participar en otro rito para ser una integrante más del clan, un juego elegido al azar que puede poner en peligro su vida y transformar el caserón en trampa mortal donde pelear por la supervivencia. Desde Canada nos llega esta película juguetona y pequeña, un film con una buena idea explotada con inteligencia mediante el humor negro y la creación de una tensión palpable, logrando con ello maximizar el entretenimiento y diversión de su público.
La historia se puebla de una galería de personajes llamativos y peculiares, sencillos pero bien dibujados y llenos de matices, unos roles que fácilmente despiertan la empatía, y aunque, en algún caso, puedan resultar ridículos, llaman a la simpatía y la maléfica sonrisa.
Samara Weaving se alza como la gran protagonista del show y se consolida con ello como una de las grandes divas del terror más actual con una nueva interpretación cargada de tanta fuerza como vulnerabilidad y humanidad, logrando de forma instantánea poner a la audiencia de su parte. Visualmente, estamos ante un producto que ha sabido sacar partido de sus bazas, con un buen trabajo de fotografía y dirección artística, creando un entorno tan hermoso como letal. En contra juega tan solo una cierta falta de riesgo, hubiera sido de agradecer que fuera un paso más allá en su gamberrismo, que oscureciera aún más su humor y su sangre resultara más brillante, para, con ello, instalarse en la memoria cinéfila no solo como un producto divertido, sino como algo verdaderamente memorable. Trailer:
Título original: The Curse of Styria aka Año: 2014 País: Estados Unidos Dirección: Mauricio Chernovetzky, Mark Devendorf Guion: Mauricio Chernovetzky, Mark Devendorf (Novela: Sheridan Le Fanu) Música: Marcello De Francisci Fotografía: Grzegorz Bartoszewicz Reparto: Eleanor Tomlinson, Stephen Rea, Katie Silverman, Erika Marozsán, Gerda Pikali, Jules Willcox, Julia Pietrucha, Miklós Székely B., Jacek Lenartowicz Productora: Coproducción EEUU-Hungría; Like Fire Productions / MCMD Films / Pioneer Pictures. Un padre y su hija viajan a Hungría para instalarse en un decrépito castillo en las afueras de Styria y trabajar en él para recuperar unos famosos frescos. Sin embargo, la entrada en escena de una misteriosa joven pondrá sus vidas del revés, al establecer ambas mujeres una extraña relación y comenzar a descubrirse cadáveres en las inmediaciones del lugar... La obra de Sheridan Le Fanu se lleva al celuloide en esta discreta cinta que nos acerca a la figura de la vampiresa Carmilla, adaptando y actualizando su historia de una forma más que libre.
El film, pese a gozar de unas localizaciones exóticas, no sólo exteriores, sino interiores como el decadente caserón donde se desarrolla gran parte de la trama, un decrépito y amenazante laberinto de abandono, no logra brillar visualmente, lastrado por un trabajo de fotografía pobre, cargado de tonos ceniza, que desaprovecha muchas de sus posibilidades estéticas. Pese a un trabajo aceptable de sus protagonistas, Eleanor Tomlinson (la entrañable Demelza de la serie Poldark) y Stephen Rea (el actor fetiche de Neil Jordan con el que ha trabajado en "Entrevista con el Vampiro", "Juego de Lágrimas"...etc), el resultado no consigue sacar a flote la cinta. Ello es debido a que son víctimas de un guión irregular, que presenta torpemente el misterio, se tambalea construyendo la atmósfera de inquietud, y aunque trata de dibujar atractivos personajes, se hunde en sus interacciones. En conclusión, estamos ante un film que, aunque parte de una galería de ideas agradables, resultan mal contadas, lo que ligado a unos aspectos formales pobres, dejan la sensación tras su visionado de tratarse de un telefilm sobrenatural de sobremesa. Anecdótica mas prescindible.
Título original: Friday the 13th, Part 2 Año: 1981 Duración: 87 min. País: Estados Unidos Dirección: Steve Miner Guion: Ron Kurz (Personaje: Victor Miller, Sean S. Cunningham) Música: Harry Manfredini Fotografía: Peter Stein Reparto: Amy Steel, John Furey, Adrienne King, Kirsten Baker, Betsy Palmer, Stuart Charno, Bill Randolph, Marta Kober, Russell Todd, Tom McBride, Warrington Gillette, Walt Gorney, Lauren-Marie Taylor, Jack Marks, Cliff Cudney, Steve Dash, Jerry Wallace, David Brand, China Chen, Jaime Perry, Tom Shea, Jill Voight Productora: Paramount Pictures Han pasado cinco años desde la matanza acontecida en Cristal Lake. Cerca del lugar, un grupo de jóvenes se reunirán para recibir formación como monitores de campamento de verano, pensando en la existencia de Jason, como mera leyenda urbana. Sin embargo, el mito tiene más de realidad de lo que ellos creen, y la sangre no tardará en volver a correr... Steve Miner dirige esta más que digna secuela de una de las más famosas sagas de terror del panorama cinematográfico tratando con respeto su estructura y a su villano.
La película, que amablemente comienza rememorando el desenlace de su predecesora, nos aportará nuevas piezas, resolverá incógnitas, sobre la vida de aquel que es eje de la historia, Jason, su modo de depredadora vida y el oscuro influjo que ejerce sobre el lugar donde habita. Para ello, erige un guión que, si bien respeta todas las leyes del slasher, se preocupa en presentarnos una aceptable galería de personajes (aceptablemente interpretados), y concatena los hechos de una manera coherente en cuanto a lo argumental se refiere.
Una vez más, el salvajismo y creatividad de las muertes que perpetra el villano, serán parte importante del film, y aunque en el desarrollo de "la caza" se produzca más de un momento en el que las reacciones de las víctimas rayen lo inverosímil, esto no perjudica al divertimento ni verosimilitud de una trama bien presentada y cerrada. En conclusión, una película que, aunque se trate de una secuela, merece la pena rescatar del olvido, pues resulta de muy agradable consumo para todos aquellos fans del slasher y el terror en general. Trailer:
Título original: The Little Stranger Año: 2018 Duración: 111 min. País: Irlanda Dirección: Lenny Abrahamson Guion: Lucinda Coxon (Novela: Sarah Waters) Música: Stephen Rennicks Fotografía: Ole Bratt Birkeland Reparto: Domhnall Gleeson, Ruth Wilson, Charlotte Rampling, Will Poulter, Darren Kent, Kate Phillips, Lorne MacFadyen, Tim Plester, Dixie Egerickx, Jeremy Oliver, Stephen Samson, Archie Bradfield Productora: Coproducción Irlanda-Reino Unido; Element Pictures / Potboiler Productions / Film4. Distribuida por Focus Features Un doctor visita una mansión cuya grandeza disfrutó en su niñez al haber trabajado allí su madre como enfermera. Sin embargo, en su regreso encontrará el lugar en estado de avanzada decadencia, con unos dueños que están a punto de perder la propiedad, pero que se resisten a abandonarla porque dicen que allí habita el espíritu de su hija fallecida... Lenny Abrahamson, el que fuera director de la aclamada "La Habitación", nos sumerge aquí en un relato oscuro e inquietante... La película se viste de gala con una potente puesta en escena, una decadente elegancia que erige al caserón donde se desarrolla gran parte de la acción como un amenazante personaje más de la trama. El viaje a los años 40 es efectivo, con una dirección artística y trabajo de ambientación más que correcto. Quizás el único factor formal mejorable lo hallemos en la fotografía, que podía haber sacado un aún mejor partido a los grandes elementos con los que cuenta.
Notable es el trabajo de creación de personajes, todos ellos con cierta carga de oscuridad y secretos, además de buenos intérpretes para encarnarlos (destacando a su protagonista, Domhnall Gleeson y a la siempre interesante Charlotte Rampling). Una de sus principales bazas reside en la sensación de constante amenaza que destila, quizás no tanto por la presencia sobrenatural que sugiere, sino por un destino que oprime y asfixia a los habitantes de esta historia, y a toda posibilidad que acaricien de abrazar la felicidad. Con todo estamos ante un interesante drama familiar aderezado con la eterna guerra de clases y susurros fantasmales. Y es en lo primero donde mejor funciona, en su vertiente más dramática, quedando en un segundo plano (menos redondo) sus aspectos más ligados a un terror que no termina de ser efectivo. Interesante. Trailer:
Título original: Critters Attack! Año: 2019 Duración: 89 min. País: Estados Unidos Dirección: Bobby Miller Guion: Scott Lobdell (Personaje: Domonic Muir) Música: Russ Howard III Fotografía: Hein de Vos Reparto: Tashiana Washington, Dee Wallace, Jack Fulton, Jaeden Noel, Ava Preston, Vash Singh, Leon Clingman Productora: Blue Ribbon Content. Distribuida por Warner Home Video Una joven es contratada como niñera para cuidar a los hijos de una de sus profesoras. A su casa acudirá junto a su hermano, y en pos de entretener a los niños, saldrán de excursión. Esperan hallar diversión, pero lo que encontrarán será unas criaturas dispuestas a devorar todo cuanto encuentren a su paso. Comenzará así para ellos una aventura para salvar sus vidas y liberar al lugar de una segura destrucción. Bobby Miller dirige esta secuela televisiva de una de las sagas de serie B más queridas de la década de los ochenta, con un regreso a la actualidad con un resultado muy por debajo, en cuanto a su calidad, de lo esperado.
El film se nutre de una galería de personajes que no despiertan simpatía alguna ni revisten profundidad ninguna. Ni entre los humanos (con unos roles pobremente interpretados) ni entre los critters, hallaremos un rol que nos saque la sonrisa o llame a la empatía. El guión del film hace aguas por todos lagos, plagado de incongruencias e incoherencias por doquier, situaciones absurdas y diálogos forzados. Su narrativa se carga de situaciones ridículas y se rubrica con un desenlace que más que épico, resulta absurdo. Aún siendo amantes de la Serie B, esta película no alcanza siquiera esa liga, con unos efectos visuales vulgares (que ni en lo "cutre" despierta simpatía) y unos recursos ya vistos (como ciertas reminiscencias a "Gremlins" totalmente fuera de lugar). Ni siquiera aplicando el filtro de la nostalgia resulta salvable en un formato y calidad para el que hasta la TV se le queda grande. Con todo lo expuesto, y como amantes de la saga original, esta continuación no ha alcanzado, ni de lejos, nuestras expectativas, dada su falta, ya no tanto de calidad técnica, sino de simpatía y sangrienta ternura. Fallida. Trailer:
Título original: Twice-Told Tales - Tríptico de Terror - Un trío de terror Año: 1963 Duración: 120 min. País: Estados Unidos Dirección: Sidney Salkow Guion: Robert E. Kent (Historias: Nathaniel Hawthorne) Música: Richard LaSalle Fotografía: Ellis W. Carter Reparto: Vincent Price, Sebastian Cabot, Brett Halsey, Beverly Garland, Richard Denning, Mari Blanchard, Abraham Sofaer, Jacqueline deWit, Joyce Taylor, Floyd Simmons Productora: Robert E. Kent Productions / Admiral Pictures / United Artists "Twice-Told Tales" adapta tres historias del autor Nathaniel Hawthorne, tres relatos de corte gótico que flirtean con lo fantasmal y sobrenatural, todos ellos con la muerte como eje narrativo y con claras reminiscencias a la obra del maestro Edgar Allan Poe. El film se nutre de una notable ambientación, con una puesta en escena que subraya sus oscuras intenciones, su tono gótico enfatizado por una dirección artística y trabajo de vestuario acorde. Todo ello trae inevitablemente a la memoria su indiscutible paralelismo con el cine realizado por Roger Corman en sus exitosas adaptaciones de Poe, más aún, teniendo ambos al gran Vincent Price al frente de sus historias (aquí, protagonista de las tres).
Su narrativa resulta muy bien medida, ajustando los tiempos en los tres relatos y sin irse por las ramas, pero el interés que despiertan sus fragmentos, es irregular. La primera historia resulta impactante, original y simpática (siendo la mejor, con diferencia, del conjunto), la intermedia llama al bostezo, y la tercera resulta demasiado similar a "La Caída de la Casa Usher", entreteniendo pero ocultando nulas sorpresas. Sin duda alguna, la inclusión de Vincent Price en el proyecto es lo mejor de la cinta, gracias a su gran carisma y presencia escénica, encarnando aquí tres personajes diferentes, pero todos ellos con un pie en el lado oscuro. Una película episódica sin demasiado interés, más allá de la nostalgia, correctamente realizada pero sin sorpresa alguna. Pasable. Trailer:
Título original: Margaret's Museum Año: 1995 Duración: 114 min. País: Canadá Dirección: Mort Ransen Guion: Gerald Wexler, Mort Ransen (Historia: Sheldon Currie) Música: Milan Kymlicka Fotografía: Vic Sarin Reparto: Helena Bonham Carter, Clive Russell, Craig Olejnik, Kate Nelligan, Kenneth Welsh, Andrea Morris Productora: Coproducción Canadá-Reino Unido; NFB / Téléfilm Canada / Skyline Films / SODEC / imX Communications / Nova Scotia Film Development Corporation / British Screen Productions Margaret es una joven atípica y extravagante que habita en un pueblecito minero de Nueva Escocia. Su existencia transcurre solitaria, atrapada en un lugar y una familia que sufre por el luto de las vidas arrancadas por las minas. Sin embargo, su gris existencia se verá alterada cuando conoce a un hombre, un retirado minero, Neil, del que cae rendidamente enamorada y con el que desea comenzar un viaje hacia la vida lejos de la desgracia y la miseria. Mort Ransen dirige esta película extraña, cautivadora de las emociones, con la que se alzó, en 1995 con el máximo galardón del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, y que dio a su protagonista, una Helena Bonham Carter que aquí resulta verdadera fuerza de la naturaleza con su espectacular interpretación, numerosos y muy merecidos premios en diversos festivales.
El museo de Margaret brilla por su narrativa, dado que encapsula en sus menos de dos horas de duración una notable galería de emociones. Nos presenta y convence con su retrato de la familia, del amor, la amistad... diversas relaciones unidas entre sí por la inevitabilidad de un destino común, por el recuerdo de otras tierras y otros tiempos. Todo ello pinta un cuadro de esperanza enfrentado a la certeza de un destino aciago, la lucha del ser humano en un pequeño rincón, tan pequeña como universal.
Destacaremos, entre sus numerosas bonanzas, el uso de una fotografía preciosista y emocional que nos regala hermosas imágenes para el recuerdo, así como su ambientación musical, que subraya la importancia de las voces celtas y el resonar de las gaitas en una instrumentación que sabe llegar a los sentimientos del espectador y ubicarlos en el lugar correcto de cada tramo de su narrativa. Una película injustamente olvidada, con una pareja protagonista atípica pero autentica y llena de ternura, y un broche final de los que no se olvidan, pase el tiempo que pase. Recomendable Trailer:
Título original: The Brides of Dracula Año: 1960 Duración: 85 min. País: Reino Unido Dirección: Terence Fisher Guion: Jimmy Sangster, Peter Bryan, Edward Percy Música: Malcolm Williamson Fotografía: Jack Asher Reparto: Peter Cushing, Yvonne Monlaur, David Peel, Martita Hunt, Freda Jackson, Miles Malleson, Andree Melly, Mona Washbourne, Henry Oscar Productora: Hammer Productions Una joven, camino de un colegio para señoritas donde va a ejercer como profesora, se ve forzada a pasar una noche en un misterioso castillo lleno de secretos donde conocerá a un joven cautivo y su madre. Las acciones de la maestra, cargada de buenas intenciones, liberarán al mal más puro y se desatando una cadena de muerte, destrucción y oscuridad... Terence Fisher, en su extenso estudio del terror más clásico, firma con "Las novias de Drácula" una interesante obra con más matices y buenas ideas de las que parece a primera vista, dando forma a un clásico del horror que no podemos dejar caer en el olvido. Su puesta en escena se viste de lujo, con unos trabajados y vistosos escenarios y vestuario que apuestan por el color pese al tono gótico del relato al que aderezan, aunque, en su desarrollo, su paleta cromática se va oscureciendo en un viaje hacia las tinieblas infinitas...
La película está habitada por efectivos intérpretes que nos regalan interesantes papeles, destacando al entrañable y mítico Peter Cushing encarnando al incansable Van Helsing. Por contra, la labor del joven que encarna al vampiro desencadenante de esta historia, no la hallamos al nivel de sus compañeros, creando un personaje que no logra ser todo lo magnético y atractivo que debiera. Reseñables encontramos los recursos utilizados para la resurrección de los "no muertos", tratando de ir más allá, vistiéndose de metafóricas formas, emulando un parto atendido por una matrona, la existencia en la muerte liberándose de las cadenas de la vida...etc. Otro punto fuerte de su narrativa es el dibujo de la relación del vampiro y su madre, cómo la perversión de los progenitores engendra monstruos y cómo estos, al crecer, devuelven el regalo de los pecados a aquellos que le dieron la vida. Con todo esto, el film escapa del encorsetado relato clásico para hacerlo más profundo, y se agradece. Con todas sus virtudes y escasos (pero chirriantes) defectos, "Las Novias de Drácula" es un agradable viaje a la nostalgia para aquellos que amen la leyenda vampírico y el cine más clásico que le rinde pleitesía con devoción al mito. Muy agradable. Trailer:
Título original: The Possession Experiment Año: 2016 Duración: 84 min. País: Estados Unidos Dirección: Scott B. Hansen Guion: Mary J. Dixon, Scott B. Hansen Música: Dirk Ehlert Fotografía: Scott B. Hansen Reparto: Bill Moseley, Rachel Faulkner, Eugenia Gonzales, Greg Travis, Dallas T. Taylor, Mark Joy, Lee Harmon, Chris Minor, Scott Mielock, Scott B. Hansen Productora: Digital Thunderdome Un joven, para un trabajo de su clase de teología, investiga los misteriosos y fatales sucesos ligados a un exorcismo fallido acontecido tiempo atrás. Con sus descubrimientos, decidirá realizar un experimento de invocación de las fuerzas de la oscuridad que, por supuesto, no tendrá el resultado esperado... Scott B. Hansen dirige esta película que partiendo del subgénero de terror ligado a las posesiones, trata de actualizarlo y darle una vuelta de tuerca, logrando un resultado más que irregular. El film tiene un arranque potente que resultará agradable a los seguidores de este tipo de cine (aunque no reviste nada novedoso o sorprendente), para luego evolucionar hacia un giro argumental muy bien pensado, dando forma al experimento ligándolo al fenómeno de internet, el crowdfunding y las redes sociales.
Sin embargo, la construcción que hace el guión de estos temas, su tejido de los hilos argumentales y el desarrollo de su historia, hace aguas por todos lados. Ello es debido a una construcción de personajes vacía e inverosímil, la concatenación de situaciones carentes de lógica, un ritmo caótico y unos diálogos antinaturales que anulan la poca verdad que pretende transmitir el film. Todo ello, sumado a las interpretaciones de un elenco, cuya labor es claramente insuficiente, terminan de hundir el proyecto. Con todos estos elementos, una buena idea y aceptable trabajo de efectos visuales y maquillaje, junto a un fallido guión e interpretaciones, hacen que el conjunto se tambalee y el resultado no sea otro que una película fallida sólo apta para una sobremesa de aburrimiento. Trailer:
Título original: St. Agatha Año: 2018 Duración: 103 min. País: Estados Unidos Dirección: Darren Lynn Bousman Guion: Andy Demetrio, Shaun Fletcher, Sara Sometti Michaels, Clint Sears Música: Mark Sayfritz Fotografía: Joseph White Reparto: Sabrina Kern, Carolyn Hennesy, Courtney Halverson, Seth Michaels, Trin Miller, Lindsay Seim, Shaun Fletcher, Maximus Murrah, Hannah Fierman, Wanda Morganstern, Candy Rachor, John Archer Lundgren, Myles Cranford Productora: Dragon Blood Holdings / St. Agatha / The Outside Writers Corren los años cincuenta. Una joven, embarazada, ve su mundo resquebrajarse por la falta de recursos. Un padre alcohólico y una pareja problemática no pueden ayudarla en su estado, y su destino no será otro que un hogar de acogida, un convento que refugia a chicas en su estado y circunstancias. Pero los muros y las regentes del lugar no son lo que parecen, oscuros secretos se ocultan tras las paredes de St. Agatha y guardan un tenebroso destino para aquellas que cruzan su umbral... Darren Lynn Bousman, responsable de varias entregas de la saga Saw, de films como Mother's Day o Repo The Generic Opera, entre otras, es el director de esta cinta que representa un giro estilístico en su tipo de cine, orientándose hacia un terror más psicológico y mundano, el horror más puro que se esconde en la realidad tangible y la maldad más humana.
El film se nutre de un ambiente opresivo, con una correcta (aunque menos amenazante de lo que nos gustaría) ambientación. Igualmente reseñable es el trabajo de su elenco, efectivo en su encarnación de un grupo de personajes de vidas rotas y atormentadas, factor imprescindible para que la historia y la película funcionen. La narrativa de "St Agatha" es muy rica en giros, matices y trasfondos. Interesa, sorprende y atrapa... sin embargo, se siente un tanto alargada y ostenta un abuso del recurso de los "flashbacks" que saturan al espectador y penalizan notablemente, tanto el entretenimiento, como la tensión acumulada conseguida. En resumen, estamos ante un producto aceptable, que despierta el interés y está realizado de forma sólida, eso sí, alargada de forma innecesaria y presa de un ritmo bastante optimizable. Curiosa. Trailer:
Título original: Re: Mind Año: 2017 Duración: 30 min. País: Japón Dirección: Yusuke Ishida, Yûsuke Koroyasu, Akira Uchikata Guion: Historia original: Yasushi Akimoto. Obra: Daisuke Hosaka, Yoshimiko Murooka, Hiroshi Tanaka Reparto: Mao Iguchi, Sarina Ushio, Mei Higashimura, Yuuka Kageyama, Memi Kakizakia, Shiho Kato, Neru Nagahama, Kyoko Saito, Kumi Sasaki, Ayaka Takamoto, Mana Tasake Productora: ADK Arts / TV Tokyo. Distribuida por Netflix Un grupo de colegialas despiertan cautivas en un barroco comedor. Atados sus pies bajo el suelo, desconocida la razón de su encierro, se desatará el terror. Avanzará el tiempo, y la resolución del enigma que allí les ha llevado será el único recurso para escapar en una carrera contra reloj a medida que, una a una, van desapareciendo misteriosamente... Estamos ante una serie de fácil consumo, breves episodios que, uno a uno, van desgranando una historia llena de interrogantes. Su narrativa en formato de juego macabro, una suerte de "Saw" (salvando las distancias y el salvajismo) oriental, construído de manera irregular y un tanto tramposa.
Su puesta en escena resulta agradable, con un cuidado aire teatral, tan pequeño y asfixiante como recargado. Una trampa que es un puzzle plagado de piezas, fragmentos de memoria, que sus protagonistas deberán encajar. El desarrollo de su relato gira sobre sí mismo y puede resultar confuso en su voluntad de retorcer el misterio, logrando con ello a tramos desatar la curiosidad y a tramos penalizar un entretenimiento lastrado por la confusión o la reiteración. Sus personajes son igualmente irregulares, resultando varios de ellos interesantes y con latentes secretos por descubrir, y otros absolutamente prescindibles e insulsos. Con todo ello estamos ante una serie más sencilla de lo que pretende vender, bien ejecutada y no tanto bien contada, pero sí entretenida en su conjunto, ideal para pasar el rato perdidos en una adivinanza mortal..
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