martes, 14 de enero de 2020

DeathCember

Título original: Deathcember

Año: 2019

Dirección: Pollyanna McIntosh, Lucky McKee, Julian Richards, Alyosha Saari, Lazar Bodroza, B.J. Colangelo, John Cook Lynch, Steve De Roover, Ruggero Deodato, Sonia Escolano, Isaac Ezban, Florian Frerichs, Rémi Fréchette, Sadrac González-Perellón, Trent Haaga, Juergen Kling, Ama Lea, Sang-woo Lee, Andreas Marschall, Annika Marx, Bob Pipe, Jason A. Rostovsky, Dominic Saxl, R. Zachary Shildwachter, Milan Todorovic, Michael Varrati, Vivienne Vaughn, Sam Wineman

Productora: Deathcember / Magna Mana Production / Blumhouse Productions

El género del terror se prodiga en lo que a películas de episodios se refiere. Por poner algunos ejemplos recientes, The ABCs of Death, The Theatre Bizarre, V/H/S Viral, The Field Guide To Evil o Nightmare Cinema, todas ellas proyectadas en nuestra Semana de Cine Fantástico y de Terror. Deathcember suma a esa lista una antología de -nada menos- veinticuatro píldoras de terror cuyo hilo conductor es la Navidad, a modo de siniestro calendario de adviento.

Entre los partícipes del experimento encontramos algunos nombres como los de Ruggero Deodato (Holocausto caníbal), Sadrac González-Perellón (Black Hollow Cage), Andreas Marschall (Masks), Lucky McKee (The Woman) o la también actriz Pollyanna McIntosh (Darlin'), pero el grueso de piezas vienen firmadas por cortometrajistas desconocidos e incluso algunos debutantes en el terreno de la dirección. Se trata, por tanto, de una iniciativa bastante alejada de esas otras producciones que han pretendido sumar la presencia de apellidos ilustres como cuestionable sinónimo de calidad.



Cabría preguntarse si es justo valorar esta película en su conjunto o habría que analizar cada uno de sus segmentos por separado. Si debemos destacar los mejores, se lleva la palma la grotesca imaginería visual y el humor negro de Villancicos, del mexicano Isaac Ezban, que acumula las navidades futuras de un niño en coma y su familia a través de una serie de saltos en el tiempo. Convencen también, en mayor o menor medida, Operation Dolph (Trent Haaga), Milk and Cookies (Sam Wineman), algunos cameos actorales y la claymotion sin filtros de Crappy Christmas, cura pederasta incluido. Y pocos más, porque lo cierto es que el grueso de trabajos son mediocres, encorsetados en su duración, su querencia por el gore y una alarmante falta de ideas.

Sin duda, el espíritu colectivo e internacional de este proyecto ha buscado dar salida a la siempre complicada distribución de los cortometrajes que lo conforman. Visto el resultado, hubiera agradecido la presencia de un productor encargado de decidir si todos ellos pasaban el corte. Asumiendo que este tipo de formato tiende a ser irregular, Deathcember resulta en una flojísima antología de terror que termina cansando por acumulación como un empacho en Nochevieja. Navidades sangrientas, sin duda, pero dentro del envoltorio no está el regalo que habíamos pedido.

Autor: @Fer_Iradier

Trailer:

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