Año: 1992
Duración: 93 min.
País: Reino Unido
Dirección: Shimako Sato
Guion: Shimako Sato, Jane Corbett (Relato: Edgar Allan Poe)
Música: Julian Joseph
Fotografía: Zubin Mistry
Reparto: Julian Sands, Suzanna Hamilton, Kenneth Cranham, Marian Diamond, Michael Kenton, Catherine Blake, Mark Kempner, Nik Myers, Kent Pritchard, Ian Rollison, David King
Productora: Tsuburaya Eizo
Alex es un joven solitario, sumido en las sombras y el silencio de una biblioteca donde investiga sus orígenes y la raíz de lo que él es, una criatura de la noche sedienta de sangre. El destino cruzará sus pasos con una mujer que le hará sentir vivo y reactivará el latido del amor que mucho tiempo atrás sintió y perdió...
Shimako Sato se inspira en las sombrías letras del maestro Edgar Allan Poe para dar vida a este vampiro triste y atormentado, un depredador pintado con decadente romanticismo...
El film, pese a la historia de pasión por la vida y la muerte que trata de transmitirnos, se viste de interpretaciones frías, distantes, que dan vida a personajes sin aparente carisma ni pasión. Se pretende poner en pantalla fiera humanidad de los inmortales, y el resultado que se obtiene es, lamentablemente, radicalmente opuesto.
Su puesta en escena es igualmente insatisfactoria. Por una parte, chocará el modus operandi de la alimentación de este vampiro, muy visual por el baño escarlata que representa, pero sin sentido alguno, desperdiciando la sangre, que es la vida, por doquier. Por otro lado, se viste de una estética de contrastes nada efectiva, lugares decrépitos y míseros mezclados con otros de gótica nostalgia y trazos de pura estética de videoclip (la cama donde yace el vampiro, los lazos con los que su amada es envuelta.. etc).
Pese a su gran base literaria y lo siempre atractivo de los vampiros, el film resulta fallido, lastrado tanto por todo lo citado, como por un ritmo y montaje que lleva al espectador al bostezo. Una oportunidad desaprovechada.
Clip:
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