Título original: Men
Año: 2022
Duración: 100 min.
País: Reino Unido
Dirección: Alex Garland
Guion: Alex Garland
Música: Geoff Barrow, Ben Salisbury
Fotografía: Rob Hardy
Reparto: Jessie Buckley, Rory Kinnear, Paapa Essiedu, Gayle Rankin, Zak Rothera-Oxley, Sarah Twomey. Voz: Sonoya Mizuno
Productora: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos; A24. Distribuidora: A24
Año: 2022
Duración: 100 min.
País: Reino Unido
Dirección: Alex Garland
Guion: Alex Garland
Música: Geoff Barrow, Ben Salisbury
Fotografía: Rob Hardy
Reparto: Jessie Buckley, Rory Kinnear, Paapa Essiedu, Gayle Rankin, Zak Rothera-Oxley, Sarah Twomey. Voz: Sonoya Mizuno
Productora: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos; A24. Distribuidora: A24
Harper, rota por el dolor tras los trágicos acontecimientos que ha sufrido, decide trasladarse una temporada a un caserón de un perdido pueblo de la campiña inglesa. Tratará con ello de dotarse de espacio y tiempo para sanar. Sin embargo, el idílico lugar, y sus habitantes, parecen tener otros planes para ella, oscuras intenciones que enredarán sus emociones y le arrastrarán a enfrentar el horror.
Alex Garland, virtuoso creador de películas tan interesantes como "Ex Machina" o "Aniquilación", o la magnífica serie "Devs", logra sacar a la luz, tras mucho tiempo y gracias a la productora A24, su inclasificable proyecto "Men", una película no apta para todos los paladares. Estamos ante un film conceptual, arriesgado, metafórico y perturbador, que juega con el misterio forjado a fuego lento, aderezado con ingredientes de extrema belleza junto a otros fuertemente perturbadores que llegan a jugar con el body horror más explícito. Con ello, una vez más, consigue remover conciencias, enfrentar opiniones y empujar la creatividad cinematográfica hacia adelante.
Potentes virtudes de la película son la gran labor de sus dos intérpretes protagonistas, una Jessie Buckley que vuelve a demostrar su gran capacidad para crear emociones que traspasen la pantalla y un Rory Kinnear que aquí despliega, literalmente, todo un abanico de personalidades que funcionan a la perfección. Además de ello, resulta muy remarcable el uso del color en el film, como suele ser habitual en la filmografía del director. Intensos verdes y amenazadores rojos marcan el pulso del sentir del relato y, junto a una cuidada labor en su apuesta de sonido, moldean el sentir de los personajes y de su audiencia.
Aquello que genera más controversia es el contenido del guión firmado por el propio Garland. Lo que nos cuenta y cómo lo hace escapa de todo esquema y juega a mezclar lo obvio con la metáfora y lo conceptual creando una experiencia narrativa extraña, hipnótica y fascinante que, con sosegado ritmo, exige mucho del espectador para dar forma a un inquietante puzzle cuya imagen final puede ser muy diferente en función del orden y sentido dado por cada espectador a la propuesta.
Con todo ello estamos ante un cine que es experiencia, cine en absoluto complaciente, que sacude al espectador que, si logra conectar con su tan diferente fondo y forma, impacta. Puede gustar o no, pero es de esas películas que se quedan en el recuerdo y llaman al enriquecedor debate.