Título original: Moonfall
Año: 2022
Duración: 130 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Roland Emmerich
Guion: Spenser Cohen, Roland Emmerich, Harald Kloser
Música: Harald Kloser, Thomas Wanker
Fotografía: Robby Baumgartner
Reparto: Halle Berry, Patrick Wilson, John Bradley, Charlie Plummer, Eme Ikwuakor, Donald Sutherland, Stephen Bogaert, Maxim Roy, Katy Breier, Wenwen Yu, Michael Peña, Carolina Bartczak, Hazel Nugent.
Productora: Coproducción Estados Unidos-China-Reino Unido-Canadá; Centropolis Entertainment, Street Entertainment, AGC Studios, Creative Artists Agency, Huayi Brothers, Tencent Pictures, Mels Studios. Distribuidora: Lionsgate
Algo inexplicable saca a la luna de su órbita y conduce su camino hacia una espiral que inexorablemente hará que colisione con la Tierra y acabe con toda la vida en ella. Ante tan desolador panorama, la humanidad parece abandonar toda esperanza frente a los desastres que comienzan a sucederse sin tregua, pero un inesperado trío, formado por una directiva de la NASA, un ex-astronauta caído en desgracia y un joven conspiranóico que adelantó los fatales acontecimientos, se alza como última esperanza frente a la global destrucción.
Roland Emmerich (2012, El Día de Mañana, Independence Day) vuelve a las andadas apocalípticas para dar forma a una película que, siguiendo la filosofía de "más es más" satura nuestras pantallas de una concatenación de catástrofes terrenales e intergalácticas en una montaña rusa de acción a cualquier precio.
A favor de "Moonfall" apuntaremos su barroca apuesta visual, que deleitará las retinas de los espectadores amantes de la destrucción encadenando tsunamis, terremotos, letales meteoros...etc con una aceptable factura visual. Simpático resulta también su tono puntualmente jocoso que apunta a cómo el film resulta un tanto paródico de sí mismo (aunque este factor bien podría haberse llevado mucho más allá), ayudando al espectador a no tomarla muy en serio y verla como un vehículo evasivo sin más profundidad.
En contra del film juega lo que representa la mayor de las catástrofes de la película, hablamos del guión de la misma. Su concatenación de todos los clichés habidos y por haber en el género se adereza por una estratosférica inverosimilitud a cada paso de su narrativa, plagada de giros gratuitos sin coherencia alguna y descabellados recursos que sorprenderán aún más que lo que realmente trata de contarnos.
Con todo ello estamos ante un cocktail de elementos ya vistos, pero aquí llevados a un extremo que sólo divertirá a aquellos que se enfrenten al visionado de la película como una experiencia de mero espectáculo y divertimento sin seriedad alguna. Cine de risas y palomitas ideal para esos momentos en los que el espectador necesita desconectar de la realidad y la razón y dejarse llevar.
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