Año: 1970
Duración: 96 min.
País: Reino Unido
Dirección: Roy Ward Baker
Guion: Anthony Hinds (Novela: Bram Stoker)
Música: James Bernard
Fotografía: Moray Grant
Reparto: Christopher Lee, Dennis Waterman, Jenny Hanley, Michael Gwynne, Patrick Troughton, Michael Ripper, Christopher Matthews, Wendy Hamilton
Productora: Hammer Productions. Distribuida por Universal Pictures
Una pareja parte en busca de su hermano desaparecido tras haber escapado en mitad de la noche. Sus pesquisas pronto les llevarán a deducir que este se ha refugiado en un recóndito castillo, bajo la hospitalidad del misterioso conde Drácula. El aristócrata, sumido en su decadente soledad, se encaprichará instantáneamente de la joven...
Roy Ward Baker, a través de la mítica y elegante productora Hammer, retoma las andanzas del más prolífico vampiro del cine bastado en la obra de Bram Stoker para regalarnos una nueva aventura gótica y tenebrosa, en esta ocasión más cercana en su tono a la trilogía del conde Karnstein (Las amantes del Vampiro, Drácula y las Mellizas y Lujuria para un vampiro) que al clásico al que la productora nos tenía acostumbrados.
Es esta ocasión, pese a mantener la habitual ambientación tétrica y tenebrosa, "Las cicatrices del vampiro" se viste de austeridad, con un parco uso de escenarios (del castillo apenas conoceremos un par de reducidas estancias), que si bien se visten de elegancia y un notorio uso del rojo y negro tan vampíricamente característico, no ocultan los reducidos recursos y la discreta calidad de los mismos. No obstante y pese a ello, logra conseguir la gótica atmósfera y dotarla de un aire muy decadente, factor que remarca el carácter del vampiro que aquí conoceremos.
Un elemento muy agradable del film es cómo retoma elementos de la novela de Stoker que habían sido obviados hasta el momento, como las imágenes del conde reptando por las paredes verticales del castillo, sobre los amenazantes acantilados, y, sobre todo, el dominio del vampiro sobre los animales y cómo este puede dirigirlos contra sus enemigos a placer.
En cuanto a su elenco, es parada inexcusable remarcar la gran presencia de Christopher Lee, su magnetismo encarnando al chupasangres más mítico de la historia que aquí se nos presenta cansado, iracundo, y pleno de rabia.
Con todo ello estamos ante una película que, sin ser de las mejores que el cine nos ha regalado sobre la figura de Drácula, sí merece ser revisitada por sus elementos únicos y su respeto hacia la figura del rey de las tinieblas y su inmortal leyenda.
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