Año: 1941
Duración: 116 min.
País: Estados Unidos
Dirección: William Wyler
Guion: Lillian Hellman
Música: Meredith Willson
Fotografía: Gregg Toland (
Reparto: Bette Davis, Teresa Wright, Herbert Marshall, Patricia Collinge, Carl Benton Reid, Richard Carlson, Russell Hicks, Charles Dingle, Lucien Littlefield, Hooper Atchley, Dan Duryea, Al Bridge, Charles R. Moore, Tex Driscoll, Lew Kelly, John Marriott
Productora: Samuel Goldwyn Company / Metro-Goldwyn-Mayer (MGM)
Nos hallamos a finales del Siglo XIX, en una mansión donde conoceremos a una peculiar y aburguesada familia sureña. El motor de las vidas de todos ellos es la ambición y la avaricia desmedida, pero la inteligencia y despiadado carácter de Regina, la matricarca, será el fuego que arrasará todo cuanto la rodea para conseguir sus objetivos, engañando a hermanos, marido... cualquiera que se interponga en sus planes.
El enorme William Wyler (Ben-Hur, Vacaciones en Roma, La Heredera...etc) se encuentra tras la dirección de esta cinta clásica de enorme calidad, un relato atemporal que recibió numerosos reconocimientos (9 nominaciones a los premios Oscar, entre ellos) y que no podemos dejar caer en el olvido.
El film, que tiene sus orígenes en una obra teatral, pero se libera aquí de toda atadura formal, dando total libertad a su cámara y diversificando sus localizaciones. El cuidado a la puesta en escena es máximo, no escatimando lujo y barroquismo en sus escenarios, regalándonos un muy memorable trabajo de vestuario y peluquería y una fotografía excelente.
Entre sus puntos fuertes encontramos un elaboradísimo guión construído sobre una trama compleja con situaciones y personajes muy trabajados, que atrapa la atención y deleita con unos diálogos tan inteligentes como envenenados.
El film está plagado de grandes interpretaciones, entre las que nos gustaría rescatar la realizada por Patricia Collige, encarnando a la tía Birdie, un personaje al que dio tal vida y ternura que resulta inolvidable. Pero es innegable que la reina de la función no es otra que Bette Davis, que firma aquí uno de los papeles más destacados e icónicos de su dilatada carrera, un rol cuyas palabras son afilados cuchillos, arma ideal para mezclar con su gélida mirada letal. Irrepetible.
Con todo ello, calidad formal, narrativa e interpretativa, nos encontramos ante un clásico de primera, una radiografía atemporal y universal de la avaricia que mira sin miedo al lado más corrupto del ser humano. Imprescindible.
Trailer:
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