Valoración:6/10
1971, Cambridge, una joven con extraños poderes
psíquicos de inexplicable origen vive recluída bajo la atenta mirada y cuidados
de un profesor y un grupo de estudiantes que estudiarán su caso y tratarán de
ayudarla. La duda se cierne sobre si esas fuerzas nacen del interior de la
aparentemente frágil adolescente o un poder externo y sobrenatural actúa a
través de ella, podrán salvarla? Podrán salvarse?
La productora Hammer vuelve a apostar por el cine de
terror que en su día le hiciera famosa y referente del género. Y trata de hacer
esa apuesta segura adoptando un formato de película clásica en fondo y formas,
sin riesgo de innovación, actualización o modernización alguna. Se hace por
ello agradable el viaje al pasado, pero la ausencia de novedad o sorpresa le da un cierto regusto a “ya visto” que no le
permite destacar.
John Pogue (Cuarentena Terminal) dirige esta
película protagonizada con solvencia por Jared Harris (Sherlock Holmes:Juego de
Sombras) encarnando al profesor que dirige el experimento, Sam Clafin (Los
juegos del hambre) como el joven cámara que se implicará más de la cuenta en el
mismo, y Olivia Cooke (Bates Motel, Ouija) en la piel de la adolescente de
oscura psique. Esta última destaca sobre todo el reparto y se constituye como
uno de los principales atractivos y
virtudes de la película por lo intenso de su interpretación llena de calidad y
misterio.
Los efectos visuales son discretos pero correctos, y
la caracterización de los personajes, lugares, y época en que se desarrollan
los acontecimientos es notable y ayuda a la inmersión y viaje en el tiempo de
la audiencia hacia décadas atrás con facilidad.
Interpretativa
y Técnicamente es un film solvente, pero su guión con más de un patinazo
argumental y su escaso riesgo en un planteamiento y resolución un tanto
trillados, le restan calidad y parte del brillo esperado. No obstante, un film
aceptable para pasar un “buen” rato.
Enoch
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