La Calle del Terror, Parte 2: 1978 - Leigh Janiak

Título original: Fear Street Part Two: 1978

Año: 2021

Duración: 110 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Leigh Janiak

Guion: Leigh Janiak, Roberto Patino. Libro: R.L. Stine

Fotografía: Caleb Heymann

Reparto: Emily Rudd, Sadie Sink, Gillian Jacobs, Ryan Simpkins, McCabe Slye, Ashley Zukerman, Ted Sutherland, Jordana Spiro, Chiara Aurelia, Jordyn DiNatale, Drew Scheid, Marcelle LeBlanc, Kiana Madeira, Olivia Welch, Benjamin Flores Jr., Brandon Spink, Michael Provost, Jacqi Vene, Elizabeth Scopel

Productora: Chernin Entertainment. Productor: Leigh Janiak. Distribuidora: 20th Century Studios

La segunda parte de "La Calle del Terror", siguiendo las pesquisas de los protagonistas supervivientes de la anterior entrega, nos hará viajar al pasado, al 1978, donde nos serán relatados los funestos acontecimientos sucedidos en el campamento Nightwing. Allí, durante el verano, los niños y monitores de las enfrentadas poblaciones de Sunnyvale y Shadyside tratarán de disfrutar, pero el horror tiene otros planes para ellos y, a golpe de hacha, tratará de terminar con sus vidas. 

Leigh Janiak continúa su andadura por el homenaje al género, llevándonos ahora aún más atrás en el tiempo para rendir pleitesía a un formato que hizo y hace las delicias de los amantes del terror, el slasher, vistiéndolo de nostalgia al ponerse en la estela formal y narrativa de aquellos films que hacían de los campamentos de verano lugar de absoluta pesadilla, como las afamadas sagas "Viernes 13" o "Campamento Sangriento", entre otras. 

"1978" arranca allá donde quedó la historia de la primera entrega, con sus protagonistas y su problemática, pero pronto nos retrotrae el pasado para desplegar ante nuestros ojos una amplia galería de nuevos roles a descubrir. Estos personajes resultan, para mi gusto, mejor dibujados e interesantes que los de su predecesora. En el otro lado de la balanza, en cuanto a los "villanos" se refiere, mantendrá los hasta el momento conocidos, para ir aquí profundizando en ellos y haciendo que, pieza a pieza, el puzzle se vaya completando. 

En cuanto a sus debilidades, apuntaremos a un guión que se entretiene demasiado en explicaciones y trasfondos innecesarios y que dilata en demasía el metraje de la película, rompiendo un poco la atmósfera y el disfrute, así como al excesivo esfuerzo de hacer obvios y explícitos ciertos homenajes y referencias, ya de por sí, claros.

Una puesta en escena solvente y de calidad y unas dosis de humor y sangre (de la que hay un poco menos de lo esperado), correctamente salpicadas a lo largo del metraje, terminan de dar forma a un producto solido que representa un digno entretenimiento y deja con ganas de más.