Deep Blue Sea 3 - John Pogue

Título original: Deep Blue Sea 3

Año: 2020

Duración: 99 min.

País: Estados Unidos

Dirección: John Pogue

Guion: Dirk Blackman

Música: Mark Kilian

Reparto: Tania Raymonde, Nathaniel Buzolic, Emerson Brooks, Bren Foster, Reina Aoi, Alex Bhat, Siya Mayola, Ernest St Claire, DeVille Vannik, Brashaad Mayweather, Ernest St.Clair

Productora: Roserock Films

Un grupo de científicos estudian, en un islote prácticamente deshabitado debido a su inminente hundimiento, el impacto del cambio climático. Su apacible existencia se verá perturbada por la llegada de un buque que persigue a un grupo de tiburones toro alterados genéticamente, inteligentes y despiadados depredadores. Comenzará así para todos ellos una carrera contra el tiempo para acabar con una amenaza que puede terminar con todas sus vidas y las del ecosistema que tratan de defender. 

John Pogue (El Estigma del Mal, Cuarentena Terminal) se ubica tras la dirección de la tercera entrega de esta saga tratando de devolver cierta dignidad a la misma sin perder su toque de serie B y alocados planteamientos y desarrollo. 

Si bien con la segunda entrega, un producto de pésima calidad técnica y narrativa, habíamos perdido toda fe en la franquicia, Pogue devuelve simpatía a la misma, para, sin ser brillante, erigirse como un producto de ligero entretenimiento, apto para el disfrute los amantes del cine de escualos. 

Cierto es que el nivel interpretativo de su elenco dista mucho de la calidad deseada, obvio resulta que su narrativa tiene serios altibajos y muchos ingredientes de ella parecen sacados de un telefilm de sobremesa, lamentable es que no todos sus recursos visuales y efectos funcionen con igual calidad (algunos son más que decentes pero otros chirrían notablemente)... pero, en conjunto, y contra todo pronóstico, el resultado de su conjunto dista de ser tan infecto como el de su predecesora. 

Algunos de sus aspectos visuales y de diseño de producción, así como alguna de  las sorpresas que se guarda y puntuales momentos de tensión submarina, salvan los muebles, dando forma a una película de segunda fila, pero mínimamente digna para una tarde domingo, palomitas y desconexión cerebral para dejarse llevar por la aventura.