La Bestia Debe Morir - Paul Annett

Título original: The Beast Must Die

Año: 1974

Duración: 93 min.

País: Reino Unido

Dirección: Paul Annett

Guion: Michael Winder. Historia: James Blish

Música: Douglas Gamley

Fotografía: Jack Hildyard

Reparto: Calvin Lockhart, Anton Diffring, Marlene Clark, Peter Cushing, Charles Gray, Ciaran Madden, Michael Gambon, Tom Chadbon

Productora: Amicus Productions, British Lion Film Corporation

Un hombre poderoso y adinerado  tiene en la caza no sólo un hobbie sino su obsesión. Para llevarla a cabo dispone no sólo de su propia habilidad, sino de todo tipo de dispositivos y tecnología para ayudar a su éxito. Durante unos días, albergará entre los muros de su mansión a un grupo de invitados, entre los que se oculta su nueva presa, un hombre lobo. Comenzará así un letal juego para descubrir su identidad y darle caza antes de que la criatura termine con la vida del resto. 

Paul Annett dirige, para la icónica productora Amicus, esta peculiar cinta que, bebiendo de elementos del género del horror, compone un producto de simpático misterio y entretenimiento. 

Como si de un relato de Agatha Christie se tratara, el guión del film nos introduce a una galería de personajes entre los que sabemos que se oculta "la bestia" y pone a su anfitrión como responsable de desenmascarar al culpable. Para ello nos irá arrojando pistas y reflexiones a lo largo de su metraje, y lo que resulta más curioso aún, lo hace interpelando directamente al espectador como si de un auténtico entretenimiento interactivo se tratase. 

Para su desarrollo, combina los más dispares ingredientes. Por una parte, una elegante ambientación que da un cierto regusto al terror de estilo victoriano que tanta fama dio a la productora, por otra, lo mezcla con elementos de acción que hacen de su protagonista una suerte de peculiar James Bond de la caza y la investigación. 

Con todos estos elementos estamos ante una película de una estructura sencilla y conocida, que no oculta grandes sorpresas más allá de las formales comentadas, con unas aceptables interpretaciones y la siempre agradable presencia de Peter Cushing en su reparto. Un anecdótico producto para pasar el rato.