Título original: Spy no tsuma (Wife of a Spy)
Año: 2020
Duración: 115 min.
País: Japón
Dirección: Kiyoshi Kurosawa
Guion: Ryûsuke Hamaguchi, Tadashi Nohara, Kiyoshi Kurosawa
Música: Ryosuke Nagaoka
Fotografía: Tatsunosuke Sasaki
Reparto: Yû Aoi, Issei Takahashi, Ryôta Bandô, Chuck Johnson, Yuri Tsunematsu, Minosuke, Hyunri, Masahiro Higashide, Takashi Sasano
Productora: NHK
Los preámbulos de la Segunda Guerra Mundial planean sobre Japón, son escenario de conflictos en una sociedad en la que la espina dorsal de su funcionamiento son la lealtad y compromiso nacionales. En curso toda clase de movimientos tácticos, incluidos los de Manchuria, donde se masacró a la población sin piedad desde 1930 en una invasión militar en contra de las órdenes del emperador. Quizás aquí ya se adivinaba una herida en esa tradición de debida lealtad hacia la autoridad.
Entre estas aguas turbias navega Satoko Fukuhara, mujer de un importante hombre de negocios que se ve envuelto en sospechas de espionaje, traición a su país e infidelidad tras un viaje a la delicada zona de Manchuria. Los medios comunican por todo el país que el sacrificio es necesario para la victoria, pero el amargo aroma de la derrota ya se empieza a sentir, y, sobre todo, la sombra de la duda sobre quién pudiera cooperar con el enemigo con información a cambio de promesas de protección.
Kiyoshi Kurosawa firma esta historia erigida sobre hechos reales en una versión que liga el estilo clásico de las tramas de espías con el historicismo de los horrores de la guerra y, como recurso, el propio cine, pretexto del viaje a Manchuria dentro de la propia intriga, todo ello navegando de forma más o menos lograda y entrando por momentos en deslices telefílmicos.
Un osado y franco relato sobre las atrocidades, traiciones y dudas que pudieron golpear a la sociedad japonesa que cuestiona su conocido tradicional sentido del honor, tal vez más artificial de lo que suponemos, parece querer decirnos el director. Una realidad llena de personajes con claroscuros en la que no sabremos qué se esconde tras cada perfecto y medido formalismo.
Si los personajes serán capaces de traspasar estos escudos de formalidad y conocerse realmente será el verdadero interrogante sobre el que planee esencialmente Satoko, ese último eslabón de una sociedad en guerra a la que nadie considera una persona valiosa y pensante. ¿Es quizás una esposa servil? ¿Una confidente inteligente? ¿Una amiga de infancia? ¿Un objeto de deseo sexual? ¿O solo la mujer de un espía, la pasividad como destino tanto en tiempos de paz como de guerra? El director no ha elegido el título al azar, parece señalarnos una falta de identidad femenina.
Nos deja un amargo regusto y diversas preguntas sobre el rol femenino en la sociedad nipona. ¿Acaso será suficiente mostrar iniciativa, amor, lealtad para poder entrar en escena como actriz? O su destino estará inequívocamente subyugado a su debido rol de esposa discreta. ¿Hasta qué punto puede entenderse un mundo al que por género y posición acomodada se ha denegado conocer más allá de los encuentros educados? ¿Puede alguien sin herramientas relacionales ganar o sobrevivir a una guerra dentro y fuera de su matrimonio?
Unas interesantes reflexiones algo irregularmente acompañadas en lo formal pero que, sin duda, merecen la pena.
Crítica de: @SihayaKynes
Trailer:
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