viernes, 25 de febrero de 2011

El Misterio de la Tumba KV55

Podría decirse que es la tumba más enigmática de la egiptología actual y sigue guardando su secreto casi un siglo después de su descubrimiento.

La tumba KV 55, fue descubierta en Enero de 1907 por Edward Ayrton quien la llamó: “Tumba de la Reina Tiy”. Pertenece a la XVIII Dinastía, y está situada en el Valle de los Reyes.

La tumba se compone de una entrada, que da paso a una escalera. La estructura interna del sepulcro es muy sencilla. Después de pasar la puerta se tiene acceso a un pasillo de unos 10 metros de largo por 2 de ancho. Tras eliminar los cascotes que cubrían gran parte del corredor, los arqueólogos se toparon con una habitación no muy grande de 5 por 7 metros, la cámara funeraria. Un nicho a medio construir y se señala la localización de una segunda cámara que no se llegó a construirse.

Actualmente, es conocida como la KV 55 -siglas de su lugar de ubicación, seguidas del número de orden en que fue encontrada- y pese a su escaso valor arquitectónico e historico, supone uno de los mayores hallazgos, ya que en ella confluyen varias circunstancias que la hacen única, como el hecho de que fuera encontrada por un excavador (David) ávido de tesoros; que los sellos de la puerta demostraran que había vuelto a cerrarse por los guardianes de la necrópolis en la antigüedad; que su interior hubiera sido rellenado con cascotes; o que dentro de ella aparecieran objetos de varios personajes reales de la XVIII Dinastía, junto a un ataúd real al que se le había borrado cualquier inscripción que pudiera dar alguna pista sobre la identidad de la momia en él contenida, de manera que en la parte central del féretro, donde debiera leerse el nombre del difunto, sólo podía verse un rectángulo de madera del que fue cuidadosamente retirado el oro. La máscara de oro que cubría la cara había sido parcialmente arrancada.

Éste era el peor castigo que podía inflingirse a un muerto según la religión egipcia, ya que no sólo se le privaba del aire o la luz, sino que, eliminando su identidad, se le condenaba a vagar en la otra vida.

El lecho fúnebre estaba derrumbado, con la tapa del sarcófago suelta, se podía ver la momia que se encontraba en su interior, los huesos sobresalían entre los restos de las vendas. Al extraerla del sarcófago, empezó inmediatamente a deshacerse.
La cabeza, estaba muy estropeada y apareció cubierta en parte por un collar de oro, posiblemente una corona

Los objetos encontrados en la tumba eran muy escasos, y de diversas procedencias, aunque tenían en común pertenecer a miembros de la familia real amarniense.
Aparecieron varios sellos de barro rotos con el nombre de Tutankhamón. también, los cuatro ladrillos mágicos, introducidos en las tumbas como parte del ritual del enterramiento, y que se distribuyen en función de los cuatro puntos cardinales, pertenecían al rey Akhenatón, mientras que los vasos canopes, hallados en la pequeña cámara excavada en la pared oeste, que representan el rostro de una mujer con una peluca típica del período de Amarna muy similar a la del féretro, eran casi con bastante seguridad de Kiya, una esposa de Akenhatón y posiblemente la madre de Tutankhamón.

En definitiva se puede decir que la KV 55 sigue abierta, como si hubiera sido un descubrimiento de hoy en dia, rodeada de incógnitas.
Nos encontramos ante una tumba que nunca fue utilizada para el fin con el que se excavó, más parece un escondrijo que el enterramiento de un personaje de alto peso en la corte real.
Es muy posible que estudios posteriores, consigan aclarar algunas dudas en torno a este lugar, y que por fin, podamos afirmar que nos encontramos ante la momia de Akhenatón, uno de los faraones más singulares de la historia de Egipto, visionario para unos, tirano para otros, y que se confirme su paternidad respecto a Tutankhamón.
Max
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