jueves, 10 de mayo de 2012

Masks


Valoración: 6/10

Anderas Marschall, el que fuera el realizador de la película “Tears of Kali – Las Crónicas Sangrientas” firma este proyecto (del que es director y guionista)  presentado en la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián durante su edición del 2011 consiguiendo el beneplácito del público con esta revisión de un estilo en aparente abandono como es Giallo.

La película nos cuenta la historia de Stella, una aspirante a actriz que se ve rechazada en diversas escuelas de interpretación. ero una muy especial le abrirá sus puertas, la escuela de “Matteusz Gdula”.
El ambiente en ella es extraño y Stella no termina de encajar, más cuando su única amiga entre los muros del peculiar centro de enseñanza desaparece… pero no es más que el primero de los desconcertantes hechos que la rodean, pronto llegarán las visiones, los sonidos extraños, los secretos… Stella investigará y luchará para hacerse una estudiante de peso y sobresaliente en su venidero trabajo de actriz, se remontará a los orígenes de la escuela y su fundador que le da nombre, cuya fama pervive en el tiempo por sus radicales métodos de enseñanza del pasado, efectivos hasta hacer brillar el máximo talento de sus alumnos, al costo de incluso la vida de sus adeptos, una técnica, en teoría, en desuso.

Extraño resulta encontrar una película de este corte en estos tiempos. El espectador, tan pronto como caen las luces de la sala y comienza la historia se siente retrotraído en el tiempo a una forma de hacer cine hipnótica, bizarra y no apta para todos los paladares. Los ambientes cargados, viciados, las actuaciones del elenco protagonista (Michael Balaun, Lucyna Bialy, Lisa Blaschke…), el radical uso del color generan una atmósfera malsana, rozando a tramos lo onírico, sumergiéndonos lentamente en el universo de Gdula, descendiendo a los abismos de la mente mano a mano con su protagonista. 
Agradable en su planteamiento, recargada en sus formas y adoleciendo de un metraje quizás demasiado extendido que puede agotar, con lo recargado de sus recursos, al espectador, es “Masks” una experiencia recomendable para los amantes de un cine diferente, y, por supuesto, para los que añoran el giallo, que con esta producción, demuestra no haber muerto y que aún puede tener mucho que decir.

-Enoch-

miércoles, 9 de mayo de 2012

The Divide ( The Fallout - Aislados )


Valoración: 7/10

Xabier Gens, el que fuera director de la muy comentada “Frontière(s)” y asentara su fama con “Hitman” firma esta coproducción internacional con formato de thriller postapocalíptico que le hizo alzarse con el galardón al mejor maquillaje en la edición 2011 del Festival de Sitges, así como le abrió las puertas a regresar a la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, donde provocó, con su film, diferentes reacciones entre el público.

Frenético es el comienzo de esta película, una pandemia, una caótica situación arrastra en una carrera contra la muerte a los habitantes de Nueva York. Acompañaremos en su escapada a los habitantes de un edificio que buscan refugiarse en el sótano del mismo, mas sólo un grupo de ellos lo conseguirá.
A salvo del apocalipsis exterior, atrapados en un sótano que, pese a disponer de comida y agua, oculta el mayor de los horrores. La incertidumbre, la escasez, la soledad, el encierro…
La puerta queda sellada y con ello… ¿firmada su salvación?¿o acaso su sentencia al descenso al abismo de la locura?.

Este film, pese a su apocalíptico comienzo, mucho dista de una película de acción, más se acerca a la visual representación de un experimento sobre los límites del cuerpo y la mente humanas, una revisión a lo que ya nos contó la película “The Hole”, pero en un formato más adulto y arriesgado.

Vestida de una estética feísta, sucia y gris gracias a una interesante labor de fotografía y maquillaje, “The Divide” ostenta su mayor fortaleza en un guión que sabe atrapar al espectador y sostener sus párpados mientras observa el horror de la decadencia y depravación a lo que el ser humano, el peor de los depredadores para el hombre, se ve arrastrado en condiciones extremas (aunque no se pueden obviar varios patinazos argumentales gratuitos que restan credibilidad al conjunto).
Nada de esto sería posible sin una buena interpretación del grupo encerrado protagonista, pero, de entre todos ellos subrayaré las de Milo Ventimiglia y Rosanna Arquette, que realizan unos papeles y unas escenas difíciles de olvidar.

Una película de atmósfera, desagradable de ver, asfixiante y opresiva… un viaje al lado oscuro que habita en el ser humano que bien merece, pese a que apriete el estómago del espectador en un puño, su visionado. A mi entender, un trabajo bastante conseguido e interesante que supera en calidad a los anteriores presentados por este peculiar director.

-Enoch-

Evan (XVII)


- CAPITULO 17 -

JANE


Viajando sumida en un desconcertante limbo. Ya no siento mi cuerpo, ni siquiera mis ojos responden a las insistentes órdenes de mi cerebro hacia cada fibra muscular y terminación nerviosa. Tan solo mi piel percibe con sutileza la fría caricia del viento sobre mi rostro y mi nariz, impregnada de una heterogénea mezcla de aromas indefinibles, de agua y de sangre, de bosque y sudor.

Me siento extremadamente exhausta, física y emocionalmente, sospecho que me encuentro en estado de shock. Después de unos acontecimientos que me han conducido espantosamente al borde de la locura, no puedo más que dejarme llevar, por unos brazos que huelen a ámbar y madera, a testosterona pura inmovilizándome amorosamente hacia un desconocido destino, el cual ni siquiera me importa.

Sin precisar los segundos, minutos u horas transcurridas, mi vampiro me acomoda con suavidad en lo que supongo es una cama, al tiempo que mis células se despiertan poco a poco de su forzoso letargo. Maldita resurrección que me expone indefensa a un repentino e indescriptible dolor invadiendo cual incendio cada partícula de mi ser.

Incrédula, escucho la voz de Evan deslizarse en mi cabeza:

- Pasará Jane, relájate, no luches, no te esfuerces.- Murmura con un matiz de angustia envolviendo sus palabras, nada tranquilizador.

Un grito desgarrador escala desde mis entrañas rasgando con zarpas de fuego mi garganta, cuando siento mi magullado cuerpo arder como una bengala.

Me envuelve la nada, y el martirio cesa completamente. Parpadeo, y mis pestañas cosquillean mis párpados agradablemente. Escucho retumbar agitadamente el corazón de Evan en su pecho. Qué extraño…

Me incorporo muy lentamente, temerosa e insegura por el regreso de una tortura tan absurda como extrema.

Sus gloriosos ojos me observan con seriedad y detenimiento.

-Por favor dí algo.- Ruego expectante, al tiempo que sorprendida. Frunzo el ceño por el musical y desconocido timbre que destila mi voz.

Entreabre la boca dubitativo, como si su respuesta pudiera desencadenar un caos.

-Jane…- Pronuncia alargando sensiblemente las vocales.

Me incorporo en un súbito salto, buscando el espejo que confirme la sospecha, entregada con reservas y silencio y, ese palpitar, tan delatador.

Adornado por un sencillo marco de madera de wengué, el regalo de mi silueta me paraliza por unos instantes.
Mi desnudez, vestida por una piel perfecta, sin cicatrices ni magulladuras. Me percibo con un halo de sofisticación que me recuerda en cierto modo a la belleza exquisita de mi captora. Acerco mi rostro con curiosidad, la punta de mi nariz roza la limpia textura del cristal, aguamarina profunda observándome con detenimiento.
Mi gesto imita el gruñido de un felino, descubriendo el marfil afilado de unos colmillos tan excitantes como aterradores.

La voz profunda de Evan acaricia mis oídos deslizándose entre la prudente distancia del aire que nos separa.

-Ssshhh...- le interrumpo seductora volviéndome hacia él.

Como siempre entre nosotros sobran las palabras, pasión contenida color cobalto bañando mi cuerpo hasta humedecerlo completamente.

-Desnúdate- Murmullo con suavidad. Me obedece, despojándose con elegante diligencia, de un desgastado suéter negro pegado a sus músculos.

En este preciso instante, el delirante pulso entre la cordura y el deseo albergado irremediablemente en nuestros cuerpos concluye al fin.

Tira lenta y suavemente de mi muñeca para acercarme a él. Me estremezco, cuando la desnuda piel de su torso abraza por fin la mía. Desliza sus manos por mi espalda ciñéndolas a mis nalgas y levantándome del suelo. Enredo mis piernas a su cintura sintiéndome vivir uno de los momentos más eróticos de mi vida.

Sus labios, mojados y provocadores, dispuestos a robarme la razón, rozan los míos, con caricias abrasadoras, casi delictivas.

Me lleva prisionera de sus brazos contra el colchón gimiendo con frenesí contra mi boca. Recorre con deleite mis curvas con las yemas de sus dedos. Hunde su cabeza entre mis pechos, sujetándolos entre sus palmas y besándolos ardientemente. Succiona un pezón, una y otra vez, relamiéndolo ahora pausado y luego ferozmente.

Tal placentera sensación se expande como lava por mi interior, erizando mi piel y empapando mi sexo, palpitando ansioso por su enérgica invasión.

Se desliza cual felino hacia mis caderas y gruñe como un depredador contra mis muslos acercándose descaradamente hacia mi centro. Cual voraz emboscada, me chupa, me muerde y me succiona magistralmente, arrancándome un orgasmo en menos de 30 segundos, me invade otro y otro más. Mi sexo se contrae y mi clítoris se hincha y sensibiliza aturdido de tanto placer.

Con dedos temblorosos y tórrida mirada, desabrocho su pantalón y tomo su implacable erección entre mis manos, enorme y dura, la aprieto con suavidad, envolviéndola de arriba abajo una y otra vez. Arquea su espalda rugiendo de placer y presiona su entrepierna contra la entrada que lo suplica.

Me embiste profundamente, arremetiendo con contundencia contra mi cuerpo, que lo acoge apasionada entre jadeos.
Se recuesta ágilmente de espaldas al colchón, reclamando la sedosa voluptuosidad de mis pechos sobre sus sensitivas yemas, mientras lo cabalgo apasionadamente.

Una corriente eléctrica me recorre desde la cara interna de mis muslos hasta mi vientre, viene y va, en un juego provocador y deliciosamente perverso.

Presiento un nuevo éxtasis, acompañado por un insólito instinto, primario y animal. Siento la sangre de Evan fluir con rapidez por sus venas. Me mira, con una sonrisa de medio lado cómplice y poderosa, confirmando sin palabras mi escandaloso deseo.

Alza sus caderas y tomando el relevo en la carrera, me asalta desde abajo. Ladea su cabeza gustoso y me acerco complaciente a su yugular que beso con mimo con los labios encarnados. El filo de mis colmillos penetra instintivamente su garganta, saboreando cual aprendiz, la deliciosa textura llena de matices de la sangre, tibia, dulce y salada, exótica.

Bebo en inocentes sorbos, mientras mi vampiro sigue haciéndome el amor impetuosamente. Me separo cuando me sacude un orgasmo que me obliga a gritar, al tiempo que él hecha la cabeza hacia atrás en una última arremetida que me llena por completo.

Exhaustos y sonrientes nos echamos uno al lado del otro, fundidos en un amoroso abrazo. Relamo dos pequeñas gotas carmesí resbalando hacia su nuca y su herida cicatriza mágicamente ante el contacto.

Mil preguntas bullen en mi cabeza sobre esta inesperada y naciente vida, por ahora tan solo deseo aferrarlo entre mis brazos y dormirme entre el abrigo de los suyos.

Mañana, susurra mi mente en silencio, quizás la eternidad?.


FIN

-Sikeray-

martes, 8 de mayo de 2012

Deja que Escape


Deja que se vaya, deja que abra
sus blancas alas y cruce el horizonte
hacia un cielo azul donde la lluvia no
es de lágrimas amargas.

Mi cuerpo rígido enraizado en el suelo
de un desierto de hielo.
Mi cuerpo enfermo pide un último
aliento.
Mi cuerpo seco ve como se marchan
huyendo de este eterno invierno.

Deja que el hacha entre en mi pecho
abriendo una grieta que libere mis
sentimientos.

No puede quedarse a tu lado
muriendo poco a poco de apatía
en esta tierra maldita.

-N.o.E-

Red State


Valoración: 7/10

Kevin Smith, director de culto que creara obras como “Clerks”, “Dogma” o “Persiguiendo a Amy”, entre otras, pega un giro de trescientos sesenta grados para adoptar un tono más serio (aunque cierta ironía subyacente se filtre, inevitablemente) en su laureada “Red State”. Su película se alzó en el festival de Sitges de 2011 con el galardón al mejor largometraje, así como también lo obtuvo  su actor principal, Michael Parks, por su inquietante intrepretación. Tras ello fue proyectada en la Sección a Concurso de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, donde tuvo una aceptable acogida.

El film, basándose en los hechos reales acontecidos en la que fue llamada Iglesia Bautista Westboro, liderada por Fred Phelps, nos narra la desventura de tres jóvenes que, siguiendo los dictados de sus revolucionadas hormonas atienen al anuncio de una mujer madura hambrienta de sexo. Pero no será placer lo que encontrarán en su encuentro, sino el lado más oscuro de la fe profesada por una comunidad que se cree en posesión del derecho de juzgar moral y ajenos actos así como de sentenciar vida…o muerte.

Ácida y dura, “Red State” introduce al espectador, sin tapujos, dentro de la crueldad de la violencia que la historia nos ha demostrado en más de una ocasión pueden mostrar las sectas radicales. Bien interpretada por un elenco de actores que aportan veracidad a sus papeles y entre los que destacan el ya mencionado Michael Parks y la siempre correcta Melissa Leo y un con un guión que guarda más de una vuelta de tuerca interesante, Kevin Smith ha creado una película, que pese a no asemejarse a ninguno de sus trabajos anteriores y resultar un radical cambio en los campos cinematográficos que pisa, no se tambalea sino que crea un producto, sino inolvidable, si contundente, ameno, e interesante.

-Enoch-