Año: 2018
Duración: 96 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Corin Hardy
Guion: Gary Dauberman (Historia: James Wan, Gary Dauberman)
Música: Abel Korzeniowski
Fotografía: Maxime Alexandre
Reparto: Taissa Farmiga, Demian Bichir, Jonas Bloquet, Bonnie Aarons, Charlotte Hope, Ingrid Bisu, Jonny Coyne, Manuela Ciucur, Jared Morgan, Sandra Teles, Boiangiu Alma, Laur Dragan
Productora: Warner Bros. / Atomic Monster / New Line Cinema / The Safran Company. Productor: James Wan
Una monja se suicida en una perdida abadía de Rumanía. Las misteriosas circunstancias que rodean este suceso harán que el Vaticano envíe a un cura, experto en exorcismos y casos paranormales, y a una joven novicia, a investigar. Nada podía prepararles para lo que encontrarían en el recóndito y tenebroso lugar, un mal ancestral, encarnado en una monja demoníaca, acecha...
Corin Hardy adapta una historia de James Wan en este spin-off del Universo Warren para profundizar en las raices y orígenes de la monja maldita que tantos escalofríos logró entre la audiencia en sus breves apariciones previas.
Curiosamente, lejos de resultar el film serio y terrorífico que las campañas de marketing intentaron vendernos, "La Monja" resulta un producto más disfrutable si le aplicamos un filtro de Serie B y nos dejamos llevar por el divertimento de su inagotable galería de patinazos de guión y cocktail de lugares comunes que plagan su piroctecnia de horror prefabricado.
En su contra juega, sobre todas las cosas, una base narrativa que se tambalea por los cuatro costados. Situaciones inverosímiles se concatenan sin fin, tracas de sustos y sobresaltos sin base ni justificación, giros y recursos argumentales gratuitos como excusa para hacer avanzar la trama pero que sacan la sonrisa por lo absurdo de los mismos, interpretaciones descafeinadas y cortes de humor totalmente fuera de lugar son los ingredientes de un despropósito de historia que mezcla el terror con la comedia involuntaria.
A su favor, por el contrario, hallamos la siempre agradable presencia de Taissa Farmiga (lo único aceptable del reparto), y, sobre todo, una excelente labor de ambientación. La elección del castillo Corvin de Hunedoara para ubicar la abadía maldita deslumbra por su magnificencia y se le saca el mayor partido. Los bosques e interiores amenazantes y letales, y las apariciones fantasmales disfrutan de igual fuerza. La película triunfa en lo visual (incluso con alguna secuencia brillante a este respecto), aunque no se libra, en su exceso, de elementos que rozan el ridículo (como las impenetrables nieblas antinaturales, el inexplicable uso de las iluminaciones rojizas...etc).
Con todo ello hemos de admitir que nos hallamos ante una peícula notablemente mala, sin embargo, sorprendentemente entretenida si nos dejamos llevar por lo lúdico de sus despropósitos... Sin duda un film más apropiado para ver entre amigos y comentarios a viva voz que para acurrucarse en la oscuridad esperando pasar miedo.
Enoch
Valoración:4/10
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