Valoración: 5/10
Desde México nos llega esta cinta de terror que nos narra la historia de Catalina y Ágata, dos hermanas gemelas con una conexión mental muy poderosa. Un día una de ellas sufre un extraño accidente en la carretera tras toparse con un extraño niño, lógicamente en el kilómetro 31. A partir de ahí la joven entra en coma, queda entre los muertos y los vivos, y comienza la carrera de su gemela, ayudada por su novio y el de su hermana a buscar la solución a todos los misterios con la esperanza de traer a su gemela de regreso.
Esta película escrita y dirigida por Rigoberto Castañeda se nutre no sólo de cultura local sino de referencias a otras muchas películas del género, cómo olvidar la escena del niño acurrucado bajo la cama del hospital, que inevitablemente trae a la memoria planos exactamente iguales del más clásico y actual cine de terror oriental… imposible no pensar en momentos como ese que Toshio, uno de los más famosos niños-fantasma de estos tiempos, se ha colado en el metraje.
El guión patina por muchas partes, deja demasiados flecos sueltos y provoca excesivas situaciones gratuitas, además de esbozar personajes difusos. Los protagonistas no nos regalan unas interpretaciones memorables y la película, pese a no empezar mal, termina dispersándose y presentando un desenlace que parece no haber terminado de convencer al público.
En su favor diré que tiene alguna que otra escena realmente memorable (aunque no el colmo de la originalidad), como aquella en que la televisión se enciende en la noche emitiendo sonidos terroríficos (¿The Ring?¿White Noise?...), que aunque no convencen, sí que entretienen.
En conclusión, una película para pasar el rato sin pedirle demasiado.
Enoch
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