Valoración: 6/10
Dave McKean dirige esta visionaria y onírica película salida de la prolífica e imaginativa mente del grande, grandísimo, Neil Gaiman.
En ella se nos narra la historia de una niña, una niña aburrida de trabajar en el circo, de cómo se la trata, de cómo es su vida…sin saber muy bien ni cómo acaba transportada a un mágico mundo, “Las tierras oscuras” un lugar caótico, lleno de extrañísimas criaturas y unos parajes ora de sueño, ora de pesadilla. Allí habrá de conseguir un objeto mágico, la máscara de cristal que da título a la película, para poder con ella despertar a la reina de la luz y poder ella misma abandonar ese mundo de tinieblas y regresar a su realidad cotidiana.
La idea es interesante, sin duda, y la ambientación de este mundo de fantasía es inmejorable, destila puro arte en cada plano, en cada secuencia admiramos unas criaturas, unos paisajes visionarios… es sin duda un título con un virtuosismo visual arrasador, impresionante.
Pero, pero, pero… la historia está contada a trompicones, muchas situaciones son gratuitas, se consigue que el espectador esté tan perdido en la historia como la protagonista en este mundo de tinieblas… prescinde tanto de la coherencia argumental que acaba provocando el sopor en un espectador ya obnubilado por las hipnóticas imágenes…
Podía haber sido un film imprescindible, de culto por su cuidadísima presentación de un mundo tan diferente… pero le han fallado los demás ingredientes, pilares de cualquier narración y eso resulta imperdonable.
Digna de recomendar por ver un trozo de celuloide bien original y a todo aquel amante de la belleza de los mundos fantásticos… pero teniendo en cuenta que la historia… poca o nada.
Enoch
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