Valoración: 6/10
Tras su largometraje debut, “London to Brighton”, Paul Andrew Williams cambia de tercio sumergiéndose en un delirante film entre el terror y la comedia.
“The Cottage” nos narra la historia de un secuestro llevado a cabo por dos hermanos sin experiencia para conseguir dinero rápido. La malhumorada víctima les hará la vida imposible, y con la entrada en escena de su propio hermanastro como cómplice del delito su paciencia se agotará y a cabezazo limpio consigue escapar. Los criminales no pueden permitirlo y la persiguen por el bosque, desatendiendo las advertencias de carteles que avisan de que se adentran en propiedad privada… el granjero dueño de las tierras, es cualquier cosa menos apacible… la orgía de sangre y risas está servida.
En una época donde parece estar todo dicho en el terror y en el que la carcajada de lo gore busca un chiste demasiado obvio plagiando en clave de humor escenas ajenas, llega esta película que sabe, a la vez que homenajear los films a los que hace referencia, tener su carácter propio, su humor propio nacido de lo absurdo y le creativo.
Los recursos de la película son limitados, pero los explota a la perfección para conseguir la carcajada del espectador. Unos personajes caricaturizados (el careo del secuestrador torpe y la víctima de un carácter de mil demonios no tiene desperdicio) al extremo, un asesino demente que de puro bizarro se hace adorable mientras descuartiza al reparto, alguna sorpresa en la manga y un ritmo trepidante hacen de esta película un vehículo de entretenimiento fresco y divertido.
“The Cottage” es sin duda bien recomendable para pasar un buen rato entre risas, entre amigos, sin buscar en ella una gran película ni nada excesivamente memorable, sino para garantizarse una salida de la sala de cine con la sonrisa puesta… aunque no excesivamente duradera. Interesante y sobre todo, divertida.
Enoch
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