Título original: Wolfen
Año: 1981
Duración: 115 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Michael Wadleigh
Guion: David Eyre, Michael Wadleigh, Eric Roth (Novela: Whitley Strieber)
Música: James Horner
Fotografía: Gerry Fisher
Reparto: Albert Finney, Diane Venora, Edward James Olmos, Gregory Hines
Productora: King-Hitzig Productions, Orion Pictures (Distribuidora: Warner Bros.)
Una serie de sangrientos crímenes asola la ciudad de Nueva York. Un implicado policía y su compañero, un experto forense, se sumergirán en la más dedicada investigación para dar con los culpables. Diversos elementos pronto les harán darse cuenta de que los asesinatos van más allá de lo común, y que un elemento animal, sobrenatural, se cierne sobre ellos, comenzará así su viaje al corazón de las tinieblas.
La película, adscrita al subgénero del terror ligado a los licántropos, los hombres lobo, trata de ir un paso más allá y explorar un terreno más ligado a lo espiritual y trascendente, aquel que hace del hombre el depredador del hombre, para atraparnos en su trama.
Interesantes resultan sus bases argumentales, donde nos obligarán, como a los protagonistas del film, a mirar más allá de la racional realidad, a las creencias olvidadas, las raíces de una sociedad que tratan de relegarse al olvido, al destierro de la superstición y que laten tras las sombras aún de las más atestadas urbes.
Una película de terror que se cuece a fuego lento, más preocupada por lo que cuenta que por su puesta en escena, que busca más la reflexión que la espectacularidad visual. Un ejercicio interesante pero no tan disfrutable para aquellos que esperen una película de licántropos al uso.
Trailer:
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