Título original: To the Devil... a Daughter
Año: 1976Duración: 91 min.
País: Reino Unido
Dirección: Peter Sykes
Guion: Christopher Wicking, John Peacock (Novela: Dennis Wheatley)
Música: Paul Glass
Fotografía: David Watkin
Guion: Christopher Wicking, John Peacock (Novela: Dennis Wheatley)
Música: Paul Glass
Fotografía: David Watkin
Reparto: Richard Widmark, Christopher Lee, Honor Blackman, Denholm Elliott, Michael Goodliffe, Nastassja Kinski, Eva Maria Meineke, Anthony Valentine, Derek Francis, Izabella Telezynska, Constantine Gregory, Anna Bentinck, Irene Prador, Brian Wilde, Petra Peters
Trailer:
Productora: Coproducción Reino Unido-Alemania; Hammer Productions / Terra Film
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Un sacerdote excomulgado se erigirá como el líder de un culto satánico que, oculto tras la apariencia de una orden cristiana, esconde su oscuridad tras las muros de un convento. Una joven novicia saldrá al exterior con una misión, ser el receptáculo del señor de las tinieblas. Solo la intervención de un reputado estudioso de las ciencias ocultas se alzará en su camino, tratando de librarla de las garras del mar y salvar al mundo de sus maléficos planes.
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Un sacerdote excomulgado se erigirá como el líder de un culto satánico que, oculto tras la apariencia de una orden cristiana, esconde su oscuridad tras las muros de un convento. Una joven novicia saldrá al exterior con una misión, ser el receptáculo del señor de las tinieblas. Solo la intervención de un reputado estudioso de las ciencias ocultas se alzará en su camino, tratando de librarla de las garras del mar y salvar al mundo de sus maléficos planes.
Peter Sykes dirige para la afamada productora Hammer esta inquietante película que mediante su relato e imaginería pretende instalarse en nuestras pesadillas, tanto por sus factores sobrenaturales como por la muy real maldad humana que nos presenta.
Entre sus atractivos hallamos la intervención de un habitual icono de la productora, Christopher Lee, encarnando aquí al cabecilla del culto satánico, dispuesto a todo para lograr sus oscuros fines. Como siempre, su buen hacer hace que su personaje respire insondable maldad y su mera presencia resulte intimidante. Junto a él, una joven Nastassja Kinski, encarnando a la novicia dispuesta a entregarse en cuerpo y alma a su aciago destino, un papel menor y con menos matices de lo deseado, pero curioso al fin al cabo.
En cuanto a su narrativa, pese a que esconde más de un tropezón en su metraje y su ritmo resulta desigualmente satisfactorio a lo largo del mismo, resulta efectiva en su creación de las atmósferas (aderezadas por un curioso tratamiento visual en ciertas escenas de pesadilla ocultista) y a la hora de mantener la atención e interés del espectador sobre el destino de sus protagonistas.
Sin ser uno de los grandes hitos de la productora Hammer, se nota su sello de calidad en ella, y resulta de agradable visionado. Curiosa.
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