Título original: Katla
Año: 2021
Duración: 43 min.
País: Islandia
Dirección: Baltasar Kormákur (Creador), Sigurjón Kjartansson (Creador), Baltasar Kormákur, Börkur Sigþórsson, Thora Hilmarsdottir
Guion: Sigurjón Kjartansson, Baltasar Kormákur, Davíð Már Stefánsson, Lilja Sigurðardóttir
Música: Högni Egilsson
Reparto: Guðrún Ýr Eyfjörð, Íris Tanja Flygenring, Ingvar Eggert Sigurdsson, Aliette Opheim, Þorsteinn Bachmann, Sólveig Arnarsdóttir, Birgitta Birgisdóttir, Gudrun Gildottir, Skúli Gautason, Björn Thors, Aldís Amah Hamilton, Kristín Þóra Haraldsdóttir, Helga Braga Jónsdóttir, Björn Ingi Hilmarsson, Valgerður Rúnarsdóttir, Baltasar Breki Samper, Valter Skarsgård, Haraldur Ari Stefánsson, Jóhanna Friðrika Sæmundsdóttir, Guðbjörg Thoroddsen
Productora: RVK Studios. Distribuidora: Netflix
"Katla" nos lleva a tierras islandesas, a un pueblo situado en las proximidades de un volcán en erupción. Allí, bajo un manto de cenizas y desesperanza, un grupo de habitantes marcados por la pérdida y la tristeza, tratan de seguir adelante. La aparición de una mujer, en las inmediaciones del volcán, desnuda, cubierta de una ceniza que cubre su inquietante identidad, será el comienzo de un viaje al absoluto misterio...
La inexcusable primera parada de nuestro análisis no puede estar en otro lugar que en el exquisito tratamiento de la imagen. Kormákur, como ya ha demostrado en ocasiones anteriores, hace de Islandia y sus salvajes paisajes un personaje más de la trama que despliega ante nuestros ojos. La naturaleza, fiera y de extrema hermosura, tan hipnótica como letal, es paraíso e infierno, pero siempre catalizador de cuanto acontece. La creatividad de sus composiciones visuales y una notable labor de fotografía hacen de "Katla" un deleite para la mirada.
Sus personajes, tan extraños como bien interpretados, se ven zarandeados por un guión que dedica muchas de sus páginas a dar forma a la atmósfera y sus misterios, dibujando el trasfondo de sus protagonistas y de un lugar que se torna legendario. Su desarrollo no será del gusto de todos los espectadores, pues se aleja de lo obvio para adentrarnos en terrenos donde lo onírico impera y las imágenes no son sino reflejo de los abismos interiores de sus protagonistas.
La calma mortal rodea la erupción, la muerte es una con la vida, los secretos motor de las relaciones... todo en Katla es un misterio y, pese a que en ciertos aspectos podía haber arriesgado más, resulta una muy disfrutable incógnita, diferente y oscuramente hermosa.
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