Neil Jordan, creador de
joyas del cine fantástico y de terror como "Entrevista con el
Vampiro" o "En compañía de Lobos" regresa a este terreno con último
proyecto cinematográfico, "Byzantium", una película de vampiros de
corte clásico que trata de devolver al espectador el mito de los no muertos con
toda su melancolía, oscuridad y existencialismo. La película le ha dado el
pasaporte para su participación en diversos festivales como Sitges o la Semana
de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián que clausura en su edición
2013.
En “Byzantium”
conoceremos a una madre y una hija, vampiresas, cuya conversión en no muertas
está teñida de secretos y por la que aún en la actualidad pagan el peso de la
persecución y condena. Clara, dispuesta a cualquier cosa, sin escrúpulo a
alguno, para mantener junto a ella a su hija y seguir adelante, juntas, hasta
el fin de los tiempos. Eleanor, su descendiente maldita, una eterna adolescente
de 16 años que aún dos siglos después se resiste a madurar, a asumir su
condición de depredadora inmortal, una joven que deshoja su tristeza redactando
la verdad de su historia y dejando las hojas escritas volar al viento del
olvido y al silencio del secreto... dos vidas eternas a punto de cambiar por
una serie de acontecimientos y personajes que se cruzarán en su camino.
Lejos del terror de otros
films de estas características. Lejos de lo edulcorado de romances vampíricos a
los que el cine nos tiene acostumbrados en los últimos tiempos. Esta película
está más cercana a una melancólica historia gótica, recreando la figura del
vampiro atormentado y despiadado al más puro estilo de la literatura de Anne
Rice (autora que ha reverenciado la película de Neil Jordan públicamente a
través de las redes sociales), no en vano, los personajes principales,
interpretados magistralmente por Saoirse Ronan y Gemma Arterton, traen ecos a
la memoria de un Lestat hedonista y dispuesto a todo por la eterna
supervivencia y un Louis asfixiado por el peso de la vida eterna, por el dolor
que encuentra en la muerte ajena y la no muerte propia...
Un film cuidado al detalle,
pausado y más cercano al cine de autor que al espectáculo del cine comercial,
que devuelve la fe al espectador en que aún se pueden hacer buenas películas de
vampiros cuando se trata el tema con un estilo que Neil Jordan, por segunda
vez, demuestra dominar.
Elegante, diferente,
interesante, muy recomendable.
Dejamos el trailer bajo estas líneas:
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