domingo, 29 de diciembre de 2019

La Heredera - William Wyler

Título original: The Heiress

Año: 1949

Duración: 115 min.
País: Estados Unidos

Dirección: William Wyler

Guion: Ruth Goetz, August Goetz (Novela: Henry James)
Música: Aaron Copland
Fotografía: Leo Tover (B&W)

Reparto: Olivia de Havilland, Montgomery Clift, Ralph Richardson, Miriam Hopkins, Vanessa Brown, Mona Freeman, Ray Collins, Selena Royle, Betty Linley, Paul Lees, Harry Antrim, Russ Conway, David Thursby, Sam Harris, Donald Kerr, Albert Pollet


Productora: Universal Pictures


Una rica joven, tímida y poco agraciada, sueña con que el amor verdadero entre en su vida. Querrá el destino, cuando todo parece perdido, cruzar en su camino al que puede ser el hombre de sus sueños. Sin embargo, el padre de la heredera no mira con buenos ojos su nueva relación y con déspota actitud amenaza con desheredarla...

El enorme William Wyler (Ben Hur, La Loba, Vacaciones en Roma...) firma con "The Heiress" otra de sus grandes obras, inspirándose aquí en una novela de otro gran artista, Henry James, dando forma a una muy laureada y atemporal gran película a no dejar caer en el olvido. 

Wyler no oculta el origen teatral de esta producción, guardando y respetando lo mejor del formato pero llevándolo a otro nivel gracias a sus virtudes cinematográficas. Para ello viste sus fotogramas de máxima elegancia, engalanando de lujo su dirección artística, su vestuario y su emocional y muy cuidada fotografía. 


Loable es el maravilloso uso de los limitados espacios. La casa donde se desarrolla la mayor parte de la acción se erige como palacio de ensueño a la par que aterradora prisión, cielo e infierno para su protagonista. 

Ella, la Heredera, Olivia de Havilland, nos regala aquí un oscarizado y espectacular trabajo, sin duda uno de los mejores de su carrera, demostrando una capacidad interpretativa brutal encarnando a un personaje que evoluciona enormemente del principio al final del film con una potente galería de matices y emociones durante todo el proceso. Dando réplica a esta diosa de la interpretación, hallamos a un inspirado Montgomery Clift, que consigue estar a la altura dando vida a su pretendiente, un personaje magnético y ambiguo en un trabajo digno de alabanza. 

Por todo ello no podemos sino reivindicar esta pequeña gran película y rescatarla del olvido recordando como, con la batuta de un genio de la creatividad, puede sacarse el máximo partido de lo mínimo. Una joya.

Trailer:

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