Año: 1970
Duración: 91 min.
País: Reino Unido
Dirección: Roy Ward Baker
Guión: Harry Fine (Historia: Sheridan Le Fanu)
Música: Harry Robertson
Fotografía: Moray Grant
Reparto: Ingrid Pitt, George Cole, Kate O'Mara, Peter Cushing, Madeline Smith, Jon Finch, Douglas Wilmer, Ferdy Mayne, Pippa Steel, Dawn Addams, Janet Key
Productora: American International Pictures (AIP) / Hammer Film Productions
Marcilla es una joven de oscuro origen que quedará al cuidado de un general, instalada en su lujosa casa. Allí compartirá su día a día, y su intimidad con otra dama, Laura, la sobrina del militar.
Esta última comenzará así a cambiar, su personalidad y salud se verán alteradas de forma drástica y peligrosa. Todos temen por ella, y las miradas no tardarán en tornarse hacia la recién llegada, disparando las sospechas de que algo oscuro y sobrenatural envuelve a la misteriosa Marcilla.
A principios de los años setenta, la mítica productora Hammer no pudo sino tratar de renovar sus formas a la hora de tratar el cine de vampiros. Tras el éxito de películas españolas e italianas, donde el morbo sobre los chupasangres y el valor no sólo de la sangre, sino de la carne, cobraba enteros, en Reino Unido decidieron subirse al carro del éxito. Por ello, Roy Ward Baker adapta (de forma muy libre) la obra de Sheridan Le Fanu, y trae así a la pantalla el mito de Carmilla y todo su erotismo.
En lo visual también representa un giro de tuerca, abandonando los lúgubres castillos y los claustrofóbicos espacios cerrados cargados de telarañas, para traer lujo y color a la pantalla, espacios amplios y vestuarios sugerentes para poner en escena una seducción vampírica más carnal.
Ingrid Pitt, icono de la época, da vida a la vampiresa protagonista, un carismático y provocativo acierto de casting que acercó el film al gran público, así como llamó al morbo de la época introduciendo un evidente factor lésbico que atrajo la atención sobre la cinta. Por supuesto, supieron jugar la carta de mantener a uno de los grandes, como Peter Cushing, en el reparto, como contrapartida clásica y seria, marca de la casa.
Con todo ello, esta que fue la primera de la trilogía de películas de los Karnstein, es una rareza digna de rescatar del olvido por lo icónico de su propuesta. Quizás no alcance los hitos de elegancia y el buen hacer los inolvidables clásicos anteriores de la Hammer, pero es una digna y atractiva propuesta imprescindible para todos los amantes del género y la productora.
Enoch
Valoración:6/10
Trailer:
Gran trilogía esta de la Hammer. Siendo la mejor para mi Drácula y las mellizas.
ResponderEliminarUn saludo
Coincido totalmente, Dracula y las Mellizas es la mejor de las tres con notable diferencia, aunque todas tienen su punto ;)
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