miércoles, 9 de marzo de 2011

Destino

Eres tú, macabro titiritero, quien, con inconsciente crueldad, confesada voluntad, maneja y manipula las riendas de la vida, de cada existencia anónima, de mi vida.

Eres tú, virtuoso escultor, quien da forma a mis sonrisas, quien tornea mis lágrimas.

Eres tú, pícaro manipulador de almas, quien juega con mi ánimo pintando alegría en el pesar, tristeza en el placer...

Eres tú...
¿O soy yo mismo marioneta y titiritero?
Manejas mi vida, dominas mi voluntad, y yo...
yo no puedo más que observarte y ver,
ver cómo tú,
tú eres mi existencia, mi vida, mi persona.
Y no puedo,
no puedo más que venerarte, y orar,
orar para que en tu juego cruel sea yo,
y no otro, el ganador.
Destino, cruel y amado Destino.

- Enoch-

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