Valoración: 7/10
El director Tom Shankland firma un film que ha gustado irregularmente a crítica y público, Teniendo en cuenta que lo ha enmarcado en el cambo del cine de terror y en los tiempos que corren, ya es algo. Su película homenajea a clásicos como “Seven” o “Saw”… ¿homenajea o plagia?¿crea o copia?... de ahí la controversia.
La película nos narra la investigación de unos asesinatos en serie en los que las víctimas se ven forzadas a tomar una cruel decisión. Morir ellos mismos bajo las más duras torturas o liberarse acabando con la vida de su ser más querido. La búsqueda de solución a estos asesinatos corre a cargo de Skellan Skargsgard y Melisa George, el primero (y más interesante papel) de ellos un detective veterano, cansado tras convivir años con las batallas de pandillas, que ha de ver cómo los actuales asesinatos se ceban con una banda que conoce y le obligan a revisar casos del pasado que no quiere ni recordar.
El film, bajo mi punto de vista, es un más que digno debut, está cargado de un ambiente lóbrego, triste, gris… como sus personajes, tanto víctimas como verdugos, todo está corrupto, todo está viciado… Hay dolor en esta película, dolor que traspasa la pantalla, dolor que trasciende el gore qu nos muestra, dolor que se encuentra más allá de lo físico. Polémica, discutible y en absoluto maniqueísta, me parece una película correcta para pasar un buen rato de entretenimiento y poder pensar sobre ella y lo que cuenta.
Enoch
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