Título original: La abuela
Año: 2021
Duración: 100 min
País: España
Dirección: Paco Plaza
Guion: Carlos Vermut
Música: Fatima Al Qadiri
Fotografía: Daniel Fernández Abelló
Reparto: Almudena Amor, Vera Valdez, Karina Kolokolchykova, Chacha Huang, Michael Collis
Productora: Coproducción España-Francia; Apache Films, Les Films du Worso
Susana es una modelo que está saboreando las mieles del éxito en París. Sin embargo, habrá de dejarlo todo tras la inesperada hospitalización de su única familia, su abuela. Regresará al hogar para hacerse cargo de la anciana ahora totalmente dependiente e incapaz de comunicarse. Pero con ello, el giro de acontecimientos que hará cambiar su existencia no habrá hecho más que comenzar, pues su vida de ensueño está al borde de tornarse en absoluta pesadilla.
Uno de los maestros nacionales del horror, Paco Plaza (Verónica, REC) vuelve a sumergirse en el género, aliado ahora con el impactante creador Carlos Vermut, para dar forma a un film de terror cercano y diferente. La calidad de su resultado le abrió las puertas a competir en la Sección Oficial del 69 Festival Internacional de Cine de San Sebastián, demostrando, aunque a muchos les pese, que el horror de calidad puede (y debe) tener su espacio en este tipo de certámenes.
"La Abuela" asienta el peso de su narrativa en sus dos intérpretes principales. Por un lado, en Almudena Amor que encarna con soltura a la joven modelo que emprende un viaje desde las luces de neón y los flashes de la fama a las más insondables tinieblas. Por otro, en Vera Valdez, tras la piel de la anciana, que desde el silencio nos regala un papel tan lleno de matiz y detalle que con su mera presencia y desempeño logra poner la piel de gallina al espectador. Dos grandes elecciones para dos roles para el recuerdo.
En cuanto a la narrativa del film, encontramos un acierto el fijar en la vejez el foco de la inquietud, hacer de ella el monstruo de pesadilla a temer. Tanto el propio envejecimiento, como el deber que nace de la ajena dependencia por esta causa son focos dramáticos y terroríficos en una cinta que hila ambos géneros de forma elegante y altamente efectiva para, a la par, implicar emocionalmente e inquietar. El único "pero" que hallamos a este respecto es la escasa sorpresa que esconde el film, que aporta en su desarrollo demasiadas pistas sobre por dónde transcurrirá y cómo culminará su historia. No obstante, resulta tan trabajado y de calidad el viaje, que el saber cual será el destino no destruye el disfrute del mismo.
Por último, pero no menos importante, hablaremos del aspecto visual de la película, que es, para nuestro paladar, una delicia. Plaza y Vermut nos sumergen en un espacio lleno de sombras y luz, en un piso en el que, tras cada puerta, rincón y esquina, late el horror. Un sobresaliente trabajo de fotografía y ambientación y una colección de planos y escenas visualmente impactantes, pensados al milímetro, tan estéticos como aterradores, nos regalarán momentos de impacto a atesorar en la cinéfila memoria.
En conclusión, estamos ante una película de primera, con una gran idea de base, que aunque podría haberse llevado más allá revistiendo más misterio y complejidad, representa un sólido ejercicio de género con grandes interpretaciones, excelencia en lo formal e impacto suficiente para hacer de ella una cinta relevante. Notable.
Desde luego que el terror bien hecho tiene que tener especio en festivales no solo de género. Esta tiene muy buena pinta...
ResponderEliminarUn saludo
Exacto, pienso lo mismo, los grandes festivales tienen que ser una muestra del gran cine, en general, sea cual sea el género de las películas.
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