Año: 2014
Duración: 85 min.
País: Francia
Director: Romain Basset
Guión: Romain Basset, Karim Chériguène
Música: Benjamin Shielden
Fotografía: Vincent Vieillard-Baron
Reparto: Emmanuel Bonami, Lilly-Fleur Pointeaux, Catriona MacColl, Murray Head, Shane Woodward, Gala Besson, Joe Sheridan, Philippe Nahon, Vernon Dobtcheff
Productora: HorseHead Pictures
Una joven cae, tras su retorno al hogar familiar, gravemente enferma, presa de unas fiebres que amenazan su salud, tanto física como mental. Su pérdida de consciencia, su caída en el mundo onírico, trae consigo una serie de visiones de pesadilla que mezclan fantasmagóricas, aterradoras y oscuramente bellas imágenes plenas de fantasía con la más cruenta de las realidades, su pasado, su presente y sus más profundos miedos. La enferma habrá de caminar entre sueño y vigilia para tratar de descubrir qué desea descubrirle el lado más oscuro de su mente, qué se oculta tras la simbología de unas pesadillas que amenazan acabar con ella.
Romain Basset dirige y escribe esta atípica película que le ha abierto el paso a diversos festivales en los que ha encontrado las más radicalmente opuestas críticas por parte de los profesionales del sector y del propio público, su propuesta, tan visual y rompedora, desata enfrentadas pasiones, desterrando la indiferencia.
A su favor apuntaremos una gran labor de su elenco, sobre todo de su atormentada protagonista que nos arrastra de la mano a su laberinto interior, pero, por encima de todas las cosas, la mayor virtud de este film reside en su puesta en escena, artística, pictórica, extraña e hipnótica. Su diseño de producción, vestuario y fotografía son sobresalientes, creando unos entornos oníricos fascinantes, unas atmósferas viciadas, opresivas y amenazantes logradas a través de un sabio uso del color, los decorados, la iconografía y simbología.
En su contra juega lo poco accesible y dificultoso de la propuesta, pues se nos presenta a través de un guión en absoluto fácil, que regala a lo largo de la proyección escasas claves claras a la audiencia y requiere, como si de un cuadro se tratase, de una gran dosis de interpretación por parte del espectador. En muchas producciones esto es un elemento de agradecer, pero en su justa medida, y en "Horsehead", este ingrediente puede llegar a intoxicar el conjunto.
De cualquiera de las maneras, me ha parecido una propuesta interesante, arriesgada y muy diferente, un producto de hermosas y tenebrosas formas ante el que abandonarse y dejar que disfrute la retina y el subconsciente. No termina de funcionar, pero resulta disfrutable.
Enoch
Valoración:6/10
Trailer:
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