El vuelo 7500 despega del aeropuerto de Los Ángeles con
destino Tokyo cargado con un nutrido grupo de variopintos pasajeros. Durante su
travesía sobre el océano y tras cruzar una zona de turbulencias que generará
problemas inesperados entre el pasaje, una fuerza sobrenatural despertará y
extraños fenómenos comenzarán a sucederse. Lo que era un apacible vuelo
nocturno se tornará pesadilla y batalla por la supervivencia.
Takashi Shimizu, el responsable de la exitosa franquicia
de terror “The Grudge” (La Maldición) traslada a las alturas su fantasmagórica
imaginería adaptando un guión de Craig Rosenberg habitado por personajes a los
que ponen piel rostros conocidos como Ryan Kwanten (True Blood), Johnathon
Schaech (The Wonders), Amy Smart (El Efecto Mariposa), entre otros.
“7500” parte de una claustrofóbica premisa y su arranque
es prometedor, pero a medida que va avanzando y destapando sus cartas, la
película se desmorona como un castillo de naipes. El guión está lleno de
agujeros, incongruencias y situaciones absurdas e inverosímiles, los actores no
salvan la situación con unas interpretaciones mediocres, los efectismos son de
igual baja calidad y los sobresaltos y escalofríos que consigue escasos y poco
efectivos. Con todo ello consigue una negativa percepción y la sensación de
haber visto un “telefilm” de terror insatisfactorio (a lo que mucho contribuye
su tramo explicativo final) donde en lugar de miedo hemos pasado aburrimiento
pese a la escasa duración de la película.
Un patinazo en el currículum de un director que demuestra
ser capaz de lo mejor y lo peor en el ámbito del terror. A evitar.
Enoch
Trailer:
No hay comentarios:
Publicar un comentario