Valoración:5/10Un grupo de amigos decide pasar unos días fuera de su rutina, disfrutando de la tranquilidad de una alejada cabaña junto a un lago propiedad de la familia de uno de ellos. Se auguran momentos de desenfreno, fiesta y risas, pero no tardarán en verse truncados cuando, mientras prueban todos juntos la sauna del lugar, quedan accidentalmente atrapados en su interior. La temperatura sube más y más, el nerviosismo se dispara, y nadie puede ayudarles a salir de allí, mientras, gota de sudor a gota de sudor escapa vida y cordura por sus poros.
Esta película que si bien por su aspecto, estructura y actores puede parecer un producto adolescente más americano, sorprende por su origen, pues se trata de una producción de Georgia dirigida por Levan Bakhia y Beqa Jguburia.
El argumento es sencillo y el retrato de personajes bastante básico y no ajeno a estereotipos. No obstante, es suficiente para ser efectiva en su planteamiento y conseguir el entretenimiento buscado sin grandes artificios ni recursos técnicos (apuntaremos sus mínimas localizaciones, focalizada como está en la tragedia necesariamente claustrofóbica centrada en la sauna).
Recuerda, por lo que cuenta y cómo lo hace, al film “A la deriva”, donde un grupo de amigos se baña en alta mar y no son capaces de regresar al barco y las condiciones extremas sacan lo mejor y lo peor de cada uno. En 247ºF se plasma la misma historia en distinto lugar y de una forma más discreta, pero que igualmente hace pasar un buen/mal rato al espectador.
Sin grandes novedades ni grandes sorpresas, la película es correcta para entretenerse un rato sin pedirle gran cosa, consumirla y olvidarla sin la sensación de haber perdido el tiempo. Pasable.
Enoch
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