"Dos Madres Perfectas" narra la historia de dos amigas de la infancia, que tras una vida de complicidad y confidencias, de confianza y mutuo cariño, verán su relación puesta a prueba cuando cada una se enamore del joven hijo de la otra. Lujuria, amor, amistad, lealtad y traición... un torbellino de emociones se desatará entre el cuarteto protagonista y les hará replantearse los morales valores y sus intrincadas relaciones.
Anne Fontaine, la que fuera directora de films como "Entre ses mains", "Nathalie X" o "Coco, de la rebeldía a la leyenda de Chanel" está al frente de este intenso film que a lo largo de sus casi dos horas de duración, realiza una autopsia de los sentimientos, instintos y valores, buceando en lo más íntimo y profundo de la psique de dos mujeres de mediana edad, pilares y fundamento de la película.
Esta exploración es acertada a tramos, tediosa a ratos, emocionante en ocasiones e inverosímil en ciertos puntos narrativos, pero mayormente funciona. Y gran parte de la culpa de que esta historia no naufrague reside en sus dos protagonistas, Naomi Watts y Robin Wright, que bordan unas atormentadas interpretaciones llenas de autentícidad y que resultan lo más brillante de esta propuesta cinematográfica que, sin ellas, se hubiera quedado en un prescindible telefilm.
Las localizaciones, los correctos secundarios y una cálida y sugerente fotografía aderezan el trabajo de estas dos estupendas actrices, y aunque el guión resulte mejorable y el producto no termine de ser redondo, lo hacen interesante y ameno. Agradable para pasar el rato sin pedirle demasiado.
Enoch
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