Un joven problemático, perturbado tras la reciente muerte de su hermano mayor, es seguido muy de cerca por sus tutores y profesores en el instituto donde estudia. Varios encontronazos con diversos alumnos despiertan su ira, y no duda en amenazarles de muerte, apuntando que su propio hermano se alzará de la tumba para acabar con ellos por haber participado en su asesinato. La alarma se dispara entre los responsables del centro que se unirán para esclarecer qué está sucediendo.
Matt Orlando dirige este thriller sobrenatural, que gira en torno al odio, al crimen y la consecuente venganza. Suyo es también un guión desestructurado y que se tambalea en cada uno de sus argumentos. Los tópicos de instituto se sienten más artificiales de lo habitual (que ya es decir), las relaciones entre personajes son inverosímiles, y la concatenación de hechos, naturales y sobrenaturales, cojea ausente de coherencia.
Para rematar la jugada, "A Resurrection" tiene un plantel de intérpretes que rozan lo ridículo. Mischa Barton encabeza el reparto como la psicóloga del instituto, sobreactuada y sin verdad alguna. Devon Sawa es su novio policía que sabrá estar en los momentos incorrectos en los lugares más inapropiados, un personaje de manual de absoluto cartón piedra, y un Michael Clarke Duncan que parece no saber (y no me extraña) qué pinta en una producción de estas características.A su alrededor, los estudiantes, un grupo de actores y actrices sin rumbo a los que el director no ha sabido sacar jugo alguno.
En conclusión, una película mal planteada, mal contada y mal intrepretada que no consigue generar interés y menos escalofrío alguno. Eso sí, a ratos entretiene de lo puro mala, lamentable y comentable que resulta. A evitar.
-Enoch-
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