Luís Alfredo Garavito Cubillos, también llamado "LA BESTIA", confesó, el 30 de octubre de 1999, haber matado a 142 niños de los cuales sólo se han encontrado los restos de 114. Los cadáveres se descubrieron en una zona de 60 poblaciones de unas 11 provincias colombianas. La mayoría de los cuerpos fueron decapitados, apuñalados, atados y violados brutalmente.
Luís Alfredo Garavito nació en Génova, Quindío, el 25 de enero de 1957. Es el mayor de siete hermanos y durante su infancia vivió la falta de afecto, el maltrato físico y el abuso por parte de su padre. Llegó a convertirse en alcohólico, y estuvo en tratamiento por sus constantes depresiones y tendencias suicidas. Aseguró que la mayoría de los asesinatos que cometió, lo hizo en estado de embriaguez.
A sus 44 años, fue declarado por los investigadores y jueces como un asesino en serie. Sus víctimas siempre eran niños de 6 a 16 años, de bajo estrato económico con rasgos físicos similares; delgados, rostro bonito y cabello castaño. Los cuerpos aparecían sin vida, degollados, mutilados y con señales de haber sido atados.
Los sorprendía en parques infantiles, paradas de autobuses, barrios pobres, etc. Se hacía pasar por vendedor ambulante, indigente o discapacitado.
El 24 de junio de 1998 los cuerpos de tres niños de 9, 12 y 13 años fueron hallados sin vida en la finca La Merced, en Génova (Quindío), con evidentes signos de tortura y desmembración de algunas de sus extremidades. Los menores fueron vistos por última vez cinco días antes en el parque central del municipio en compañía de un adulto, quien al parecer les ofreció dos mil pesos a cada uno para que le ayudaran a buscar una res en fincas cercanas a Génova.
Cuando se empezó a investigar, salió una foto de un sospechoso llamado Bonifacio Morera Lizcano pero en realidad correspondía a Luís Alfredo Garavito Cubillos, persona sobre quien pesaba ya una orden de captura de la Fiscalía 17 Especializada de Tunja por el homicidio de un niño de 12 años de edad.
El 22 de abril de 1999, miembros del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía capturaron en Villavicencio a Luís Alfredo Garavito Cubillos, en momentos que intentaba agredir sexualmente a un menor.
Gracias a las huellas dactilares y a su propia confesión, Garavito Cubillos resultó ser el responsable no sólo de la muerte del menor de Tunja sino también del homicidio de los tres niños de Génova y de otros 172 crímenes cometidos contra menores en 11 departamentos del país, entre 1992 y 1998. Esto se supo porque durante la confesión de más de cuatro horas delante del juez y del psicólogo, mostró un cuaderno donde tenía su propia estadística. En las páginas había 140 líneas, cada una de ellas pertenecía a un niño asesinado.
De los 172 casos judicializados, 138 tienen fallo condenatorio, 32 están en instrucción, uno en apelación y uno está para sentencia. Las condenas suman 1.853 años y nueve días.
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