Año: 1988
Duración: 89 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Albert Band
Guion: Dennis Paoli (Historia: Charlie Dolan. Personajes: Luca Bercovici)
Música: Fuzzbee Morse
Fotografía: Sergio Salvati
Reparto: Damon Martin, Royal Dano, Phil Fondacaro, J. Downing, Kerry Remsen, Dale Wyatt, Jon Pennell
Productora: Empire Pictures
Los Ghoulies, pequeños demonios del inframundo, han logrado escapar y, en su huída, encuentran refugio en una feria ambulante, ocultándose en el trailer que porta la imprescindible "casa del terror". Una vez la feria llegue a su destino, y la terrorífica atracción sea montada y abierta al público, hallarán en ella su perfecta morada en la que recibir a los visitantes y hacer de ellos su sangrienta diversión...
Albert Band, tras el éxito del icónico film de Serie B de Luca Bercovici, toma el relevo en la franquicia para continuar regalándonos las diabólicas travesuras de estas perversas y divertidas criaturas en una película que, lejos de tomarse en serio a sí misma, o buscar el escalofrío del espectador, conoce a su público más gamberro y pone en pantalla un creativo espectáculo de sangre y risas de bajo presupuesto.
La secuela respeta el diseño de las criaturas originales y les regala más tiempo en pantalla, así como más personalidad. Ahora, los "Ghoulies" ganan en expresividad y son los artífices de las macabras carcajadas de la audiencia, cómplice con ellos en sus feroces fechorías. Su diseño continúa siendo básico y desnaturalizado, dados sus escasos medios técnicos, pero le es perdonado por la simpatía que despiertan y la diversión a la que llaman.
Una película sencilla, directa al entretenimiento y las risas, sin gran desarrollo argumental, distanciada narrativamente de su predecesora y su oscura atmósfera demoníaca, para acercarse ahora a una aventura más básica, pero igual de efectiva.
No, no es una buena película. Sí, es una gran diversión para nostálgicos y amantes de una serie B desenfadada, gamberra y enfocada en una clara intención lúdica.
Trailer:
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