Año: 2019
Duración: 89 min.
País: Reino Unido
Dirección: Johannes Roberts
Guion: Ernest Riera, Johannes Roberts
Música: Tomandandy
Fotografía: Mark Silk
Reparto: John Corbett, Nia Long, Sophie Nélisse, Corinne Foxx, Sistine Rose Stallone, Brianne Tju, Davi Santos, Khylin Rhambo, Brec Bassinger, Axel Mansilla
Productora: thefyzz. Distribuida por Entertainment Studios Motion Pictures
Un grupo de amigas decide alejarse de los recorridos turísticos habituales para aventurarse a lo desconocido. El descubrimiento de una ciudad sumergida concentrará su atención, y sin atender a precaución alguna, y sabiendo de la ausencia de arqueólogos en la zona, decidirán adentrarse en sus profundidades para admirar su ancestral belleza. Pero no estarán solas, letales tiburones ciegos acechan en sus laberínticos corredores...
Johannes Roberts, tras el inesperado éxito de la primera entrega, trata de renovar la fórmula, aportando nuevos y claustrofóbicos escenarios y diferentes escualos, para arrastrar a la audiencia al terror más profundo. Sin embargo, y pese a la inyección de presupuesto y la mayor ambición, a nuestro parecer no funciona con la misma eficiencia que su predecesora.
A su favor juega la buena idea de situar en un complejo de cavernas submarinas la acción, así como las peculiares características de los depredadores. De esta fórma Johannes añade el peligro y angustia que generan las cuevas en si mismas con la adrenalina que desata la presencia de tiburones, con un plus de misterio aportado por la ceguera de los mismos y su desarrollada capacidad auditiva, una suerte de "The Descent" (salvando las inmensas distancias) submarino.
En su contra hallamos una galería de personajes tan vacíos e insulsos (incluso a tramos cargantes) que hacen que la audiencia no se identifique con ellos y no empatice con su desgracia, al contrario, en más de una ocasión el espectador deseará que los escualos se den con ellos un festín. Reacciones absurdas de estos y un, a tramos, chirriante guión, resta credibilidad a un producto que no arranca mal pero que, a medida que avanza, se precipita a un abismo de inverosimilitud frenética que aunque reviste algún tramo de lograda angustia, puede llegar a provocar la carcajada.
En conclusión, una película que (por buenos y malos motivos) entretiene de principio a fin, con su cuestionable narrativa, su irregular apuesta visual y su rocambolesco desenlace, ideal para pasar el rato siempre y cuando no la tomemos en serio.
Enoch
Valoración:4/10
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