Año: 1985
Duración: 92 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Danny Steinmann
Guion: Martin Kitrosser, David Cohen, Danny Steinmann (Personajes: Victor Miller)
Música: Harry Manfredini
Fotografía: Stephen L. Posey
Reparto: Melanie Kinnaman, John Shepherd, Shavar Ross, Corey Feldman, Richard Young, Marco St. John, Juliette Cummins, Carol Locatell, Vernon Washington, Tiffany Helm, Corey Parker
Productora: Paramount Pictures
Aquel que fuera superviviente de la última matanza perpetrada por Jason, sufre atormentado por el trauma. En busca de su mejora, ingresará en unas instalaciones para jóvenes con problemas mentales en mitad de la naturaleza. Pero el pasado regresa y el asesino que le obsesiona hará del lugar su nuevo coto de caza...
La franquicia da un giro interesante al centrarse en la figura del niño que supuestamente acabó con el villano en la anterior entrega, en una aparente voluntad de darle más continuidad y profundidad a la historia, pero sin embargo, desaprovecha notablemente el recurso y no arriesga ni innova con ello quedando el cambio en mera anécdota y excusa argumental para adscribirse a un esquema narrativo ya visto.
La película se puebla de una amplia galería de personajes secundarios, mal interpretados y sin una excusa para su existencia en la cinta más allá de ser carne para la suculenta matanza. En sus muertes, destaca la creatividad y la fijación por la tortura de los ojos de las víctimas, sin abusar, pese a ello, del gore.
La figura de Jason, pese a su omnipresencia, pasa visualmente en esta entrega a un segundo plano, sin regalarnos apenas, como venía siendo habitual, su amenazante silueta acechando los bosques.
Argumentalmente, la película cojea de diversas incongruencias de escasa lógica, como, a título de ejemplo, el lugar donde se reúnen los personajes, una suerte de psiquiátrico sin control alguno. Los giros de su relato pretenden dejarnos con la boca abierta, cosa que no consigue, al haberse asegurado, a lo largo del metraje de sembrar pistas de máxima evidencia sobre lo que nos aguarda.
Con todo ello, estamos ante una secuela sin mucho genio en el cuerpo, que si bien entretendrá a los amantes del slasher por sus simpáticos detalles, no reviste demasiada calidad.
Trailer:
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