El Bosque de los Suicidios - Jason Zada

Título original: The Forest

Año: 2016
Duración: 93 min.
País: Estados Unidos

Director: Jason Zada
Guión: Nick Antosca, Sarah Cornwell, David S. Goyer, Ben Ketai
Música: Bear McCreary
Fotografía: Mattias Troelstrup

Reparto: Natalie Dormer, Taylor Kinney, Yukiyoshi Ozawa, Eoin Macken, Rina Takasaki, Kikuo Ichikawa, Noriko Sakura, Yûho Yamashita, Stephanie Vogt, James Owen, Nadja Mazalica, Terry Diab

Productora: Gramercy Pictures / Lava Bear Films

Sara es una joven americana que siempre ha tenido una muy estrecha relación con su conflictiva hermana gemela. Desde hace tiempo están separadas, habiéndose marchado su otra mitad a vivir a Japón. Un día inesperado Sara recibe la noticia de que su hermana ha desaparecido, y que su pista se pierde en un bosque de la ladera del monte Fuji, Aokigahara, un lugar de leyenda donde se dice que habitan las almas atormentadas y en el que se adentran aquellos que dicen desear abandonar la vida. Con la certeza de que su gemela está aún con vida, la joven se trasladará al temido lugar presta a embarcarse en la búsqueda sin escuchar las advertencias de los temerosos lugareños...

Jason Zada dirige esta película que ha supuesto un discutido debut sobre el que se han vertido críticas encontradas. Gran reclamo es su actriz protagonista, una Natalie Dormer (Juego de Tronos, Los Tudor) en un gran momento de su carrera, para la que el film se traduce en un vehículo para su lucimiento, siendo su trabajo uno de los pilares de esta producción y, a la par, y bajo mi impresión, una de las escasas cosas que se salvan de la película.

Zada sabe aprovechar los ambientes que ofrece el místico enclave y logra generar atmósferas malsanas y amenazantes aún con lo hermoso de las localizaciones. La  fotografía y la música del siempre efectivo Bear McCreary envuelven la puesta en escena con calidad... pero pese a ello, el conjunto de la película no logra funcionar.

Gran culpa de ello la encuentro en el guión, absolutamente desestructurado y con escaso interés. Su tono es confuso, sin profundizar en el drama familiar que presenta ni en la muy sustanciosa mitología del lugar donde se desarrolla la acción. Su contenido es errático, dibujando unos personajes sin carisma (factor aún más dañino si aquellos que interpretan a los secundarios no tienen fuerza alguna), intercalando sustos "de manual", sobresaltos sin demasiada lógica ni coherencia argumental, y su galería de respuestas, trasfondos y soluciones, resulta escasa y vacía.

Con todo ello, el film se queda en un "pudo ser y no fue", la potencia de su premisa atrae, pero la narrativa de la película hace que pierda todo su fuelle, merme el interés y el entretenimiento sea pobre y puntual. Bajo mi opinión es un producto decepcionante pese al buen trabajo de Dormer, pues la labor de Zada y sus guionistas no hacen justicia a lo que el espectador podía esperar de un acercamiento a un lugar como Aokigahara, el bosque de los suicidios. Fallida .

Enoch
Valoración:3/10
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