miércoles, 9 de febrero de 2011

Juegos de Palabras

De nuevo son ellas, las palabras, tiranas del corazón...
De nuevo son ellas, quienes, rebeldes, pueblan mis lábios de acertijos, circunloquios y disfraces.
Tiranas del corazón, conocedoras del pesar de un alma, son ellas quienes, de nuevo, se regocijan en su propia belleza, quienes, una vez más, elevan su cántico a la luna, susurran aduladoras al destino y pecan de silencio a los mortales...

Palabras, divinas palabras...
Reniego de vuestro reinado entre los hombres y pido,
por vez primera exijo,
que vuestra fuerza se apague,
que por un sublime instante
sea una mirada,
sea un gesto,
quienes tengan el poder de transmitir
lo que al corazón atormenta,
a la mente ofusca,
al alma ensombrece.
Que todo quede dicho en silencio,
en el absoluto silencio,
de la verdad,
de la noche.
Pero en vano son mi súplicas,
sé que de nuevo seréis vosotras,
armas de hiriente doble filo, quienes,
cubiertas de hipocresía,
entretejeréis de nuevo la armadura del silencio,
ocultaréis en vuestros giros aquello que él,
vuestro enemigo,
el corazón,
os implora susurréis sin máscaras,
sin disfraces.
Palabras,
tiranas palabras,
cobardes palabras.

Enoch

1 comentario:

  1. Hermosas palabras, si tal calificativo puede usarse tras haberlas acusado en tu poema. Las tuyas, las que brotan... ¿se pueden usar las palabras para maldecir a las palabras? Veo que sí. No deja de ser curioso que sean a un tiempo agua y sed; por lo que observo, no te guardan rencor, amigo Enoch, pues se ordenan en este lienzo como los colores en la paleta de un pintor para crear algo realmente hermoso. Me emocionan tus palabras, cobardes o no: Han hecho llegar tu mensaje.

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