Valoración: 8/10
Pascal Laugier
firma su tercer largometraje (tras “El Internado” y la polémica “Martyrs”) con esta atípica producción a medio camino
entre el oscuro thriller y el terror que le permitió participar en el festival
de Sitges y posteriormente clausurar (con rotundo éxito) la XXIII Semana de
Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián.
“The tall
man” nos sitúa en un pueblo gris,
empobrecido por una industria de la minería abandonada, donde malviven aún
varias familias en precarias condiciones. En este lugar perdido una maldición
parece perseguir a sus habitantes además de la pobreza, y es la inexplicable
desaparición de numerosos niños de los que jamás volvió a saber más, los
lugareños culpan a la figura del Hombre de las Sombras que da titulo al film de
esta tragedia que diezma y destroza hogares. En este entorno conoceremos a
Julia, una enfermera que trata de sanar no sólo dolencias físicas, sino pesares
de sus conciudadanos, pero pronto será ella quien sufra cuando la “leyenda
urbana” haga acto de presencia en su vida…
Varios
elementos se aúnan para hacer de esta película un film trepidante, oscuro y
lleno de trasfondos. A destacar encuentro el inteligente guión realizado también
por el director, Pascal Laugier, pleno de misterio, giros inesperados,
sorpresas y secretos. Igualmente sobresaliente es la interpretación de su
protagonista, una Jessica Biel que crea un personaje intenso, profundo, cargado
de matices y claroscuros, un trabajo que hace mirar con nuevos ojos a una
actriz cuyas intervenciones hasta el momento me habían resultado bastante
anodinas. Junto a ella encontraremos a la siempre inquietante Jodelle Ferland
(Tideland, Silent Hill), una adolescente que vive sumida en el silencio y que
jura haber visto al misterioso ladrón de niños, una nueva rúbrica de su buen y
sombrío hacer.
En el
apartado técnico, la opresiva fotografía de Kamal Derkaoui, el buen diseño de
producción y la banda sonora de Jeff Danna, terminan de abducir al espectador a lo
más profundo de las sombras, a lo decadente de un lugar y unas vidas olvidadas.
Mucho se ha
comentado sobre el cambio de registro de “Martyrs” a “The Tall Man”, pero
analizando ambas producciones en profundidad veremos más paralelismos de los
que a primera vista parecen existir. La doble moral, la segunda lectura tras
muchas situaciones, la hipocresía y un dudoso concepto del bien y el mal
planean sobre la película. No comparten la sangre ni la violencia explícita que
vimos en el anterior trabajo del director, pero como podremos comprobar tras
desvelar todas las incógnitas y tras el estupendo final que regala el guión,
nada es lo que parece, nada es bueno, nada es malo, es el espectador quien ha
de valorar y debatir, pero claro queda que Laugier, aunque presentado en un
envoltorio de simpleza, nos guarda un regalo de celuloide que es cualquier cosa
menos maniqueo.
Una
producción altamente recomendable que subraya el talento que ya denotaba su
autor y que demuestra que en el panorama del thriller y el terror no está todo
dicho, y que una película adscrita a estos géneros puede tener más capas y
trasfondos, más mensaje y contenido que el mero escalofrío o entretenimiento.
-Enoch-
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