Valoración:3/10
Siete extraños despiertan
en el interior de un avión. No se conocen entre sí ni ninguno recuerda cómo han
llegado a esa situación y menos a la aeronave que silenciosa se desliza más
allá de las nubes. Aislados, desconcertados, tratarán de dilucidar qué es lo
que ocurre, todo apunta a que se trata de una acción gubernamental, pero los
porqués excederán su imaginación y la tensión dentro del avión alcanzará límites
insospechados.
“Chariot” se suma a la ya
interminable lista (que bien parece un nuevo subgénero) de películas que giran
en torno a un grupo de personas que despierta con la memoria perdida en un
lugar X y que han de invertir gran parte del metraje dilucidando qué tienen en
común, qué les ha llevado a esa situación y cómo sobrevivir a ella,
sospechando, por supuesto, en el proceso, los unos de los otros.
Utilizar este argumento
ya manido es un problema de base, “Chariot” trata de llevarlo más allá e ir
descubriendo ases en la manga continuamente con un guión que gira y gira, pero
que a ratos es risiblemente previsible, a ratos con sorpresas de una
inverosimilitud brutal que si nos dejan con la boca abierta es sólo para reír o
soltar un “anda ya!, en serio?”. Las grandes explicaciones son irregulares, y
las historias personales de los personajes aburren más que interesan.
Realizada con los mínimos
recursos, utilizando durante todo el film el interior del avión como único
escenario, con un guión que se tambalea y tiene trampas y rotos por doquier,
sobre el que unos actores con unas sobreactuadas interpretaciones dan forma a
una historia que ni convence, ni se cree, ni entretiene y cuyo desenlace
termina por hacer sentir estafado al espectador. Puede parecer un sencillo y
atractivo thriller, pero desde Raven-Heart os recomendamos… evitarla.
-Enoch-
Trailer:
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