Valoración:7/10
Ernest es un oso que, repudiado por su familia por no querer continuar la tradición de su saga, dedicarse a la justicia, y pretender vivir de la música y el teatro, se retira a vivir a una casa en el bosque en soledad. Célestine es una ratoncita que trata de hacerse un hueco dentro de la sociedad subterránea en la que vive a base de recolectar dientes de oso en la superficie y formándose para un futuro que no desea para sí, ser dentista. Ella, en realidad, quiere dedicarse a la pintura. Dos artistas de mundos opuestos, de dos sociedades que se odian tanto como se temen, que están predestinados a colisionar, encontrarse y descubrir lo que el destino tiene planeado para ellos.
“Ernest y Célestine” salta de las páginas ilustradas de los libros a la gran pantalla en formato de clásica, educativa y entrañable fábula. Su puesta en escena se aleja de las altas tecnologías y los detallados diseños a los que la industria de animación nos tiene acostumbrados en los últimos tiempos, para, en cambio, retornar al dibujo más clásico, artesanal y artístico.
Este atípico diseño en los tiempos que corren sumado a un guión brillante que logra no sólo entretener con aventuras, sino perfilar una profundidad de personajes que mete al espectador de lleno en la película, y una banda sonora que redondea la entrañable atmósfera, le ha valido a “Ernest y Célestine” los mayores reconocimientos dentro de la industria no sólo de animación, sino cinematográfica en general colándose incluso en la lista de nominados a los más codiciados galardones del cine, los Oscar.
El film subraya la riqueza de la diferencia, la necesidad de libertad, y promulga la tolerancia denunciando una sociedad que se escandaliza y condena toda actividad y, sobre todo, relación, fuera de lo establecido. Un cuento, una fábula necesaria para entretener y educar a través de un producto cuidado y artístico a las nuevas generaciones y una película deliciosa para mayores con sensibilidad para propuestas diferentes. Recomendable.
-Enoch-
La tengo pendiente para estos días. Solo el he echado un vistazo por encima y tiene muy buena pinta. El estilo del dibujo me encanta. Después de leer tu crítica, creo que me he animado más.
ResponderEliminarYo había hecho pereza, pero al final me animé y merece totalmente la pena, no sé, tiene un encanto especial y tiene ese factor tanto artístico como entrañable que muchas de las producciones de animación con un gran trabajo tecnológico detrás han perdido...
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