Valoración: 3/10
Antonio Trashorras debuta en el largometraje con una
producción de cine de terror que mezcla subgéneros varios sin demasiado éxito.
Pasó sin pena ni gloria por el Festival de Sitges de 2011 y fue elegida como
película sorpresa para la inmediatamente posterior Semana de Cine Fantástico y
de Terror de San Sebastián y sorprender… sorprendió al patio de butacas, pero
no de manera agradable y las críticas no fueron menos que feroces.
La película nos cuenta cómo una joven, Rosa (Ana de
Armas), en una noche oscura y solitaria, se ve obligada a detenerse en una
lavandería de autoservicio para hacer la colada. Una vez dentro del recinto se
verá pronto acosada por un extraño, un sádico de dudosas y peligrosas
intenciones. El cazador y su presa se enfrentarán a una batalla sin cuartel.
Antonio Trashorras mezcla en este film, del que también
es guionista, diversos elementos en función de obtener el terror como cocktail
final… une thriller, slasher, giros hacia lo fantástico y sobrenatural, pero la
mezcla obtenida no resulta agradable al paladar cinéfilo. Desde unos cegadores
(por coloristas) y fuera de lugar títulos de crédito iniciales todo es una
cadena de despropósitos que le hacen parecer un producto televisivo más que una
creación para la gran pantalla. La historia resulta pobre y un tanto aburrida
por su ausencia de matices, las interpretaciones de los protagonistas (la ya
mencionada Ana de Armas, Diego Cadavid y Leonor Varela) resulta insípida y no
consiguen atrapar al espectador en sus redes, la fotografía de Javier Salmones
resulta artificial y resta credibilidad y finalmente los giros del guión no
convencen…
Durante la presentación, su director apuntó a que,
gustara o no, su película no había aburrido a nadie, y lamentándolo mucho, (pues
si algo bueno se ve en este proyecto es un amor por el cine, y, sobre todo, por
el género) he de contradecirle, pese a lo corto de su duración, me aburrió, nos
aburrió, a muchos. Prescindible y olvidable.
-Enoch-
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