Título original: The First Omen
Año: 2024
Duración: 120 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Arkasha Stevenson
Guion: Tim Smith, Arkasha Stevenson, Keith Thomas. Personajes: David Seltzer
Reparto: Nell Tiger Free, Tawfeek Barhom, Sônia Braga, Ralph Ineson, Bill Nighy
Música: Mark Korven
Fotografía: Aaron Morton
Compañías: Coproducción Estados Unidos-Italia; Phantom Four Films, 20th Century Studios, Kiwii, Cattleya, Abbey Road Studios. Distribuidora: 20th Century Fox
Una joven norteamericana, preparada para tomar los hábitos, se traslada a un orfanato regido por la iglesia en Roma en el que prestar servicio. Allí encontrará una latente oscuridad que se filtrará bajo su piel a medida que una conspiración enraizada en el propio mal amenaza con destruirlo todo...
La muy interesante Arkasha Stevenson dirige esta película que asume el delicado reto de erigirse como precuela de una de las sagas más afamadas del terror, "La Profecía", ejecutando un trabajo que, contra todas las expectativas, roza la excelencia.
Los puntos fuertes del film son varios. Comenzaremos por aplaudir el estupendo trabajo de ambientación, que nos hace viajar en el tiempo con un mimo a su puesta en escena que nada tiene que envidiar a cualquier super producción gracias a una dirección artística potente y a una labor de fotografía sobresaliente que consiguen componer diversas escenas, de pictórica pesadilla, que se grabarán en la memoria del espectador. Por otra parte, el gran desempeño de un elenco que funciona a la perfección, con una maravillosa labor de casting para cada uno de sus roles, aún hasta el más secundario, y un trabajo de su protagonista, Nell Tiger Free, que impresiona por lo físico del mismo y el abanico de emociones que consigue transmitir. Por último, pero no menos importante, apuntaremos el guión del film, inteligente en su honra al material original, al que complementa con eficiencia, supliendo la ausencia de sorpresas con un desarrollo lleno de segundas lecturas pleno de interés. Una inesperada joya de una directora a la que seguir, sin duda, la pista.
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