Un equipo de investigación se adentra en lo más profundo
de la naturaleza para documentar el modo de vida de una comuna apartada de la
sociedad, aprovechando así a reunirse con la hermana de uno de los miembros del
grupo que forma parte del extraño asentamiento. Los periodistas convivirán con
la fanática, sectaria y autosuficiente comunidad, donde se respira un forzado
ambiente de felicidad en el que a cada minuto se filtra el venenoso aroma de la
tragedia.
Ti West (La casa del diablo, Los Huéspedes, VHS) dirige
esta película que, sin abandonar el terror que es su elemento habitual, camina
hacia terrenos donde la inquietud nace de la realidad misma, con el hombre como
mayor elemento de pesadilla.
Para ello, el director elige utilizar el lenguaje
cinematográfico del “found footage” (Metraje encontrado) tan de moda (y tan
agotado ya), en los últimos años. Sin embargo, en “The Sacrament”, esta forma
de hacer cine cobra especial relevancia y, sobre todo, lógica y sentido, tanto
con la trama, como con lo que cuenta, cómo lo cuenta, y lo que es más
importante y su función principal, dota de híper realismo a la cinta y hace
sentir a la audiencia partícipe de la misma.
El guión, del mismo director, es ágil y pronto nos
sumerge en la inquietud malsana que transmite la historia, sin
grandilocuencias, haciéndola cercana, real y verosímil. A este efecto
contribuye el buen hacer de todo el elenco protagonista, que transmite verdad y
consigue que el efecto de estar viendo un (falso) documental sea absoluto.
Engancha, interesa e inquieta. Reivindica la verdadera
función y motivación del found footage y, sobre todo, nos recuerda que no hace
falta mirar al “más allá” o a las estrellas, que el verdadero terror lo
hallamos en la cotidiana realidad misma. Muy interesante.
Enoch
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