Valoración: 4/10
Judith Colell dirige junto a Jordi Cadena (que también es autor del guión) esta artística obra cinematográfica basada en la novela de Lolita Bosch que recibió el premio especial del jurado (por el tratamiento del sórdido tema sobre el que gira su argumento) en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián y una nominación a los premios Goya al mejor guión adaptado.
La película nos cuenta la historia de Elisa en dos bloques diferenciados, el antes y el después de un hecho que cambió su existencia, a los once años, un amigo de su padre la hizo llorar y compró su silencio con una pulsera de plata. La razón de su llanto se escondió muy dentro de ella, hasta que catorce años después sale a la superficie, revive el recuerdo, toma el teléfono y Elisa llama a su madre… “ayúdame, acabo de recordar una cosa horrible”.
Novedosa en sus formas, la película convence mucho más en su primera mitad que en la segunda, donde la interpretación de la protagonista decae y los recursos visuales, pese a ser más o menos artísticos, resultan gratuitos y tediosos. Pese a su corta duración, inferior a 80 minutos, el metraje de “Elisa K” se hace pesado, más extenso de lo que realmente es, todo ello nacido en la nula complacencia que tiene con el espectador.
La película se regodea sobre sí misma en su vanguardismo, se cuenta a sí misma con una monótona voz en off que adormece al público, con lo que, bajo mi punto de vista, no termina llegando a un equilibrio y pese a que tiene una calidad formal innegable, innegable es también el aburrimiento al que induce. Prescindible.
-Enoch-
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