Valoración: 4/10
Michelangelo Frammartino dirige esta peculiar propuesta cinematográfica, atípica y extraña, que le ha valido varias nominaciones a los premios David di Donatello y le ha permitido pasear su producto por los más diversos y prestigiosos festivales de cine (provocando desiguales reacciones, no tanto de crítica, más afín, como de público) como Cannes o San Sebastián.
“Le quattro volte”, una película a medio camino del documental, a medio camino de la ficción, lleva al espectador a un entorno rural, un sitio más allá del tiempo, pero en el que los ciclos de la vida se suceden en mágica armonía. No hay línea argumental, no hay historia, sólo la vida misma.
Este cuento de líricas formas y hermosa fotografía navega por aguas sosegadas, calmas… una fábula demasiado tranquila que o bien hipnotiza a la audiencia o la sume en el más profundo de los tedios haciendo interminables sus 88 minutos de duración.
A título personal, el poema en imágenes que es “Le quattro Volte” no me atrapó en su desarrollo y su conjunto me pareció un experimento, que si bien a ratos resulta interesante, peca de exceso de lentitud y nula complacencia con el espectador en cuanto a lo narrativo se refiere, con lo que me terminó resultando fallido, eso sí, oculta en sus metrajes varios momentos de humor (en un mundo de absoluto aburrimiento las intervenciones de las cabras son impagables) que momentáneamente rescatan el ánimo disperso. Fallida.
-Enoch-
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