Emily Lou dirige y produce esta comedia sobrenatural presentada en numerosos festivales, tanto de comedia como de cine fantástico con desiguales resultados.
“The Selling” nos narra la historia de dos amigos, intepretados por Gabriel Diari y Jonathan Klein, que, tras una jugada no muy limpia de una compañera de negocio, adquieren una casa que no tardan en descubrir embrujada tras los seriales asesinatos allí cometidos.
Después de sufrir más de una jugarreta por parte de los fantasmales inquilinos deciden venderla, pero los ectoplásmicos habitantes no están dispuestos a tener compañía y no se lo pondrán, nada, nada fácil…
El film, con su divertida propuesta, consigue la sorpresa del espectador y su carcajada aún y flirteando con el más allá, lo sobrenatural, los fantasmas y los ecos de crímenes sangrientos gracias a una muy acertada primera mitad del guión y la cómica y correcta interpretación de sus dos protagonistas (igual que es remarcable cada intervención de la madre del protagonista, carcajada asegurada).
No obstante, esa fortaleza termina tornándose en flaqueza, pues en lugar de llevar un crescendo argumental, a partir de la presentación completa de la premisa contenida en la sinopsis de más arriba, comienza a desinflarse, cayendo en bromas más vulgares, menos arriesgadas y de un humor menos negro, utilizando el factor fantástico como pretexto y no como aliado, un humor más fácil que el de su inicio y que le resta una importante calidad al conjunto. La balanza cae hacia la comedia costumbrista y su lado más oscuro se eclipsa.
Es por ello que el éxito de la película, en cuanto a Festivales de refiere, ha sido mayor en aquellos de comedia que en los de Cine Fantástico o Terror (pese a un sorprendente cuarto puesto en el premio del público de la XXII Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián). Con sus pros y sus contras, resulta una película amena, pero prescindible y fácilmente olvidable.
- Enoch -
No hay comentarios:
Publicar un comentario