Valoración:3/10
Un joven cartógrafo recorre la vieja Europa explorando y documentando territorios. El destino le conducirá a una perdida aldea ucraniana, más allá de los Cárpatos, donde una trepidante e inesperada aventura le aguarda. Oscuras fuerzas tienen aterrorizados a los aldeanos y acechan su día a día desde las sombras. Ellos verán en el joven extranjero la respuesta a sus plegarias y pondrán sus esperanzas en la posibilidad de que él sea el salvador que les libre de la amenaza de las tinieblas.
“Viy” se inspira en la obra de Nikolái Gogol para que entre el folclore, la fantasía y la historia, nos arrastre a la aventura de la mano de su protagonista y las leyendas las que habrá de hacer frente.
Uno de los primeros problemas de esta producción es su tono, que en ningún momento se termina de definir. Viaja desde la comedia, al drama, desde el terror a la aventura o la fantasía, pero el cocktail confunde y no permite que el espectador se acabe de implicar en la historia, que tan pronto pretende asustar como de golpe parece tornarse parodia hilarante de sí misma.
Otro factor de contrastes es su aspecto visual, uno de los principales pilares sobre los que se asienta la producción. El diseño conceptual es rico, barroco incluso y desborda imaginería fantástica e imaginación a raudales, pero la calidad en unas y otras escenas es variable, el nivel de la factura de efectos visuales pasa de ser brutal en ciertos puntos (por ejemplo, la escena de las mutaciones en la taberna) a parecer de puro stop-motion de pasados tiempos en otros (por ejemplo las irrisorias escenas de las palomas mensajeras). Igualmente pasa con la fotografía, si bien sus tonos azulados, oníricos, son efectivos y agradables en un inicio, el continuo uso de la misma fórmula de principio a fin de la película resulta cansino y empobrece el conjunto.
Pero el mayor lastre de esta obra, que pese a los pros y los contras que hemos comentado hasta ahora podía haber resultado entretenida, incluso divertida a tramos, y visualmente peculiar, es el guión y montaje. Pese a las innumerables vueltas que da la historia, consigue hacerla tediosa, confusa , repetitiva y exageradamente alargada. La atención del espectador se disipa, la sonrisa ante las bromas iniciales se torna bostezo, y la implicación con los personajes termina en indiferencia, sólo reaccionará a tramos la retina somnolienta ante algún tramo visualmente espectacular, el resto del tiempo el vencedor de la batalla es el aburrimiento.
En conclusión, una película que brilla en lo visual (a tramos) y en su originalidad (a cachos), pero a la que los problemas de estructura, poco afortunada mezcla de géneros, enmarañado guión, y su innecesariamente excesiva duración, hacen tediosa y aburrida. Pudo ser una gran producción, pero el resultado es fallido.
Enoch
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